Después de varias semanas con lluvias intermitentes, y mal repartidas puesto que han olvidado al tercio oriental de la Península, enero ha decidido despedirse con nieve.
La semana comienza con avisos por nevadas en el norte y el centro de España, aunque también se teñirá de blanco el entorno de Sierra Nevada.
Veremos nevar en zonas de montaña del sistema Central, cordillera Cantábrica y Pirineos, sobre todo el martes. Frío momentáneo que se podría traducir en una humedad amable para el suelo agrícola y en una reserva de agua para la primavera, si todo va como debería.
Hablamos de provincias como Palencia y Zamora, y de comarcas como la Montaña leonesa o el Bierzo, en la misma provincia. También de territorios como Ávila, Segovia y Salamanca.
Por encima de los mil metros puede nevar en la Comunidad de Madrid y en los territorios más interiores de Galicia, como Lugo y Orense.
El manto blanco también puede llegar, el martes, al sistema Ibérico en la provincia de Soria y a la Serranía de Cuenca.
En menor medida, puede alcanzar al Pirineo en las provincias de Huesca y Navarra, y también a Lérida a la altura del valle de Arán.
Así afecta el agua a los cultivos
En Sevilla el cereal se está desarrollando, en general, sin problemas. Ya se han aplicado abonos de cobertera. El frío de días pasados ha favorecido el enraizamiento de la planta. Ahora han caído más de 63 litros por metro cuadrado en algunos puntos de la provincia, lo que es una buena noticia, aunque el agricultor es muy consciente de que aún falta mucho para la cosecha.
Más al norte, en Castilla-La Mancha hay una línea invisible que divide por la mitad las provincias de Toledo y Ciudad Real. En la mitad oriental no pinta bien. Por ejemplo, en la ciudad de Toledo la semana pasada cayeron 23 litros por metro cuadrado, pero más hacia el este cambia bastante el panorama.
En Villarrobledo, en la provincia de Albacete, cayeron 9 litros entre el martes y el miércoles. Y ya. Antonio Caballero, de Legumbres Caballero, lamenta que volvemos a estar ante un año seco “por tercera vez”. Hay desánimo en el agricultor de cultivos herbáceos, pero también de leñosos, como la viña o el almendro, que este año no tendrán ‘bodega’ si todo sigue así, con lo que lo pueden pasar mal.
En esta comarca, en la que confluyen Cuenca, Ciudad Real y Albacete, la DANA de octubre dejó entre 30 y 80 litros por metro cuadrado, en función de la zona, pero desde el 29 de ese mes apenas ha llovido.
El cereal nació bien, pero necesitará agua cuando las temperaturas empiecen a subir. Estamos en la Mancha y los suelos son ligeros, con poca capacidad para retener humedad.
Más cerca del Mediterráneo, en la capital de la provincia albaceteña, apenas han caído dos litros y medio, en la línea de lo que ha sucedido en la vecina Región de Murcia.
Para el agricultor José Ramón Díaz de los Bernardos, en Ciudad Real no está lloviendo mucho «a pesar de que los cereales lo estaba deseando». Con el frío estaban muy amarillos y con muchas fallas.
En la zona de Toledo ha llovido mucho más, «y en Albacete no ha caído ni una gota». La zona se encuentra en situación crítica «después de dos años sin valer nada las siembras». «Este año el panorama es muy similar; incluso no han salido las siembras en muchos sitios», lamenta.
Más de 60 litros en Castilla y León
En numerosos puntos del valle del Duero han caído cerca de 60 litros por metro cuadrado. Esta humedad y las temperaturas suaves le vienen bien al cereal, que ha dejado atrás la parada invernal y se encuentra en pleno desarrollo.
Son muchos los agricultores que están realizando las primeras coberteras allí donde el estado del suelo lo permite. “Es un buen momento para el cereal, que si más adelante vuelve a tener agua podrá recibir una segunda cobertera; sería lo ideal para estar ante un buen año”, subraya un agricultor de Casasola de Arión, en la frontera entre Valladolid y Zamora.
El cereal que peor lo tiene es aquel trigo que se sembró más temprano, que en muchos lugares está sufriendo el ataque de hongos. Es algo habitual con los trigos más madrugadores, “que siempre tienen el riesgo de que lo que ganan por fecha de siembra, lo pierden por sanidad”, lamenta.
El agricultor Manuel Camino recibe con alivio una lluvia que pone fin a la sequía en el sur de la provincia de Valladolid. En la comarca la planta se había quedado mustia y de color blanquecino por esa falta de agua y por las heladas de las últimas semanas, «pero aún tiene capacidad para recuperarse».
¿Qué pasará en febrero?
En Toro (Zamora) han caído más de 36 litros, lo que viene a sumarse a lo de semanas anteriores. El agricultor Obdulio Barba ha tenido que dejar de trabajar algún día pese a que tiene mucha faena por delante, “pero nunca vamos a quejarnos de que llueva”.
El cereal se había desarrollado muy rápidamente y le vino bien el frío de principios de enero, de modo que se frenara ese crecimiento y se desarrollaran las raíces. “Es mejor una evolución lenta de la planta”, subraya, “al margen de la fecha de siembra”.
Hay zonas de colza sin nacer o que no llegó al frío con el desarrollo suficiente, tanto en la provincia de Zamora como en Adalia (Valladolid), donde un agricultor levantará cerca de 50 hectáreas. Ahora deberá elegir entre sembrar una cebada de ciclo corto o un girasol, en función del herbicida que aplicó sobre la colza.
Es de esperar que en febrero las temperaturas sean más suaves. “En febrero busca la sombra el perro”, recuerda Obdulio. Será el momento de sembrar cultivos como el garbanzo, más que nada para atender los requerimientos de la PAC, puesto que por debajo de 500 euros por tonelada no se trata de una opción muy rentable.