La vendima avanza de forma tímida en Castilla y León, por el momento más centrada en las variedades blancas que en las tintas. También se da con cuentagotas la información relativa al precio que recibe el viticultor, mientras todos estudian la formación de nubes en el cielo.
Alberto Tobes, Responsable del Servicio de Experimentación de la DO Ribera del Duero, señala que la uva es de calidad este año, pero que la vendimia apenas ha empezado. Será la semana que viene cuando se generalice la imagen de las cuadrillas recogiendo el fruto.
Tanto los viticultores como el consejo regulador están pendientes de la lluvia, pero sin excesiva preocupación, más allá de pequeños retrasos en la recogida. “Allí donde caigan seis litros no afectará en absoluto a la vendimia, pero si vuelven a caer 30 litros, como sucedió en algunas zonas, se puede dar un retraso de unos cuatro o cinco días, no más”, señala Tobes.
“El trabajo que hemos realizado en el viñedo durante todo el año es lo que hace que ahora el viñedo no sea excesivamente sensible a las tormentas”, recalca.
En Tubilla del Lago (Burgos), el viticultor Manuel del Rincón espera comenzar a vendimiar la semana que viene, al margen de lo que suceda con el tiempo atmosférico. “Una tormenta puede hacer que la recogida se adelante o se atrase un poco en algunas parcelas, pero poco más”. También puede hacer que la bodega deba adaptarla forma de elaboración, pero no prevé grandes trastornos.
En la Ribera la tempranillo se está pagando entre uno y tres euros el kilo, en función de la calidad, con un precio medio que puede rondar los 1,40 euros.
En la DO Rueda las tormentas no han sido excesivamente fuertes y no han impedido las labores de recogida de la uva. Ya se han recogido unos 53 millones de kilos de uva, de los que más del 99% corresponde a variedades blancas.
Ignacio Martín Obregón, miembro del consejo rector de la cooperativa Cuatro Rayas, señala que en el mes de julio circularon los mensajes de que algunas bodegas solo recogerían el 80% de la producción, o menos. Sin embargo, al comenzar la vendimia se ha visto que la producción es sensiblemente inferior a la de otros años, como en la sauvignon blanc y en la tempranillo conducida en vaso.
Esa producción tendrá su efecto en el precio que recibe el viticultor, si bien “en la DO Rueda nadie sabe todavía lo que se va a pagar”.
En la DO Toro los precios bajos hacen poco viable mantener el cultivo. Se ha recogido muy poca tinta de Toro, y por el momento las labores se centran en las variedades blancas, como malvasía o verdejo.
La Denominación de Origen Cigales ha comenzado su vendimia el 17 de septiembre, con la recogida de la uva destinada para la elaboración de los vinos blancos. Las lluvias de los últimos días han favorecido el aumento de peso y los primeros parámetros analizados auguran una cosecha de buena calidad, con una previsión inicial de 7,5 millones de kilos de uva, según el consejo regulador.
La semana que viene se generalizará la recogida de variedades blancas y de la tinta destinada a la elaboración de rosados, puesto que requiere menos grado.
Sí ha empezado Finca Museum, en el término municipal de Cigales, que ya recoge la tinta con menos azúcar. La tempranillo con destino a tinto se recogerá en el mes de octubre, como apunta su director técnico y gerente, Tomás Jurío.
Durante la noche del martes al miércoles cayeron más de 30 litros en la ciudad de Valladolid, en el límite de la DO, pero la lluvia apenas dejó diez litros en Cigales y su entorno. Y con la buena noticia de que a lo largo del año el granizo ha respetado a la comarca.
Los precios en la comarca oscilan entre los 40 céntimos y el euro, en función de la calidad, más que de la variedad.
“El viticultor que no ha tenido granizo va a tener buen año”, resume Jurío.