Mientras muchas bodegas han decidido reducir la compra de uva para ajustar la oferta a la demanda actual, Protos sigue apostando por cuidar a sus empleados, viticultores y proveedores de uva sin hacer ERTE para asegurarles una rentabilidad justa por su trabajo y no dejarles atrás en estos momentos tan duros
Son tiempos difíciles y de gran incertidumbre para el sector del vino. La situación sanitaria actual está influyendo gravemente sobre el turismo y la hostelería, clientes principales de las bodegas, por lo que muchas tendrán que disminuir la adquisición de uva. En este sentido, Bodegas Protos ha decidido comprar toda la uva de sus proveedores habituales en esta campaña 2020 para que nadie se quede atrás, algo que supondrá un aumento en sus costes y stock de vinos, al disminuir el consumo en los mercados por la crisis sanitaria y económica.
Esto puede suponer unos 2 millones de kilos más de uva respecto a 2019 en un contexto de clara incertidumbre. Esta decisión se debe según señala Carlos Villar, director general de la bodega “a cuidar a los más vulnerables en nuestro entorno, en los momentos más complicados; nuestro propósito como bodega no es solo hacer grandes vinos y ofrecer rentabilidad a nuestros accionistas, sino también seguir apoyando a la sociedad en lo que esté en nuestra mano”.
Por otra parte, ahora que se renueva el plazo de los ERTE, la bodega sigue con su política de proteger a sus empleados no acogiéndose a esta posibilidad para asegurar la tranquilidad y poder adquisitivo de su capital humano.
Protos sigue vendimiando en la Ribera de Duero, todo a mano, con lo que genera trabajo para unas 500 personas durante sus 15 días de vendimia.
También la bodega ha demostrado estar cerca del sector hostelero a través de iniciativas solidarias llevadas a cabo durante este 2020 con el objetivo de ayudarles en estos momentos tan complicados.