Marta Alcaide
En los últimos meses, las comunidades autónomas de Valencia, Murcia y Andalucía han experimentado un incremento significativo en la presencia del trips Scirtothrips aurantii, un insecto pertenece a la Orden Thysanoptera, originario de África y de Yemen, aunque también se encuentra presente en Australia.

Esta plaga, generalmente se encuadra como una plaga de cítricos, especialmente de naranja dulce, pero también se encuentra en caqui, mango, frutos rojos, aguacate, hortícolas… Es una especie que se puede encontrar en más de 70 cultivos diferentes.
“Está afectando a todas las variedades de cítricos. Su ataque se produce en la floración y vimos que en todas las variedades. El año pasado no fue exagerado, pero en el sur de Alicante y el norte de Murcia, afectó a limoneros, naranjos…», señala Fernando Durá, agricultor y emprendedor de Valencia.
Esta gran amenaza para la industria agrícola está ocasionada por un insecto muy pequeño que es casi imperceptible para el ojo humano y que es muy perjudicial para los frutales de Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana, donde se ha instalado como una plaga.
“Tenemos la afectación en Alicante desde hace un año más o menos. El año pasado llegó y se fue extendiendo hacia el sur, llegando a afectar a los cítricos de Castellón”, señala Durá. “En Huelva es donde se detectó su origen hace unos años. Fue la primera vez que se detectó», añade.
Síntomas: deformaciones y cicatrices en los frutos
Los agricultores de estas regiones se enfrentan a desafíos significativos debido a la presencia del Scirtothrips aurantii. La deformación de los brotes y las cicatrices en los frutos no solo disminuyen la calidad y el valor comercial de las cosechas, sino que también incrementan los costes de producción y requieren medidas de control más estrictas.
Los trips afectan sobre todo a frutos pequeño, ocasionando la disminución su cuajado y reduciendo el rendimiento, la productividad y la calidad de los cultivos.
- Escarificaciones en los frutos jóvenes, provocadas por las ninfas que se alimentan de las células epidérmicas situadas bajo el cáliz.
- Formación de un anillo alrededor del pedúnculo. Estos daños son estéticos y solo se producen en el exterior.
- Deformación de los brotes. Los trips se alimentan de los brotes jóvenes de los árboles, lo que puede causar que estos se deformen y se tornen más pequeños o arrugados.
- Manchas plateadas o bronceadas: debido a la succión de los jugos celulares por parte de los insectos. Esto puede afectar tanto a las hojas como a la piel de los frutos.
- Desarrollo anómalo de los frutos: los cítricos pueden experimentar un crecimiento irregular, con frutos deformados o de menor tamaño debido al daño en las primeras etapas de su desarrollo.
- Caída prematura de frutos: los frutos que sufren daños severos pueden caer prematuramente del árbol antes de su maduración.
Zonas afectadas desde 2020 hasta 2025
En octubre de 2020 se detectó la presencia de este organismo por primera vez en Andalucía, en las provincias de Huelva y Sevilla. En 2022, la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Sevilla emitió un informe de la detección del citado organismo en su territorio. Y en agosto de 2024 se informó oficialmente en Andalucía de su presencia en Córdoba y Málaga.
La detección oficial de esta plaga en la Comunidad Valenciana se produjo en julio de 2024, cuando la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca declaró la presencia del Scirtothrips aurantii y adoptó medidas urgentes para su erradicación y control.
Posteriormente, en enero de 2025, se reportaron ataques inusuales y fuertes de este trips en cultivos cítricos del sur de Alicante y en el cultivo del caqui en la Ribera Alta de Valencia.


En la Región de Murcia, la plaga se ha extendido rápidamente, afectando a miles de hectáreas de cultivos. La organización SOS Rural ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la autorización excepcional de nuevas herramientas de control para combatir esta exótica plaga.
Estrategias efectivas y más control en las fronteras

«La Junta de Andalucía tiene un protocolo de actuación, que es en lo que nos regimos y basamos para ver cómo podemos atacarlo. El año pasado nos pilló tarde y no pudimos hacer mucho. No sabemos lo que nos encontraremos este año. Estamos en esa tesitura de no saber por dónde va a salir», lamenta el agricultor de Valencia.
La colaboración entre las autoridades agrícolas y los productores es esencial para implementar estrategias efectivas que mitiguen el impacto de esta plaga y protejan la viabilidad de los cultivos afectados.
«Reivindicamos más control en las fronteras ya que, al final, la plaga ha venido de las importaciones sin control», subraya Durà.