Emilio González
En plena Bureba burgalesa, una comarca históricamente ligada al cultivo de cereales y leguminosas, la Cooperativa Bureba Ebro se ha consolidado como un motor esencial del progreso agrícola local.
Cada año, sus Jornadas Técnicas reúnen a cientos de agricultores de la zona y comarcas cercanas en un encuentro que trasciende lo técnico: es un espacio de aprendizaje, intercambio de experiencias y toma de decisiones estratégicas para hacer frente a los actuales retos del campo.
En un entorno marcado por la incertidumbre climática, la presión regulatoria y la necesidad de aumentar la rentabilidad sin comprometer la sostenibilidad, este evento se convierte en un punto de encuentro imprescindible.
Revista Campo se ha desplazado hasta los campos de ensayo de Belorado (Burgos), para vivir de cerca este encuentro anual entre Bureba Ebro y sus socios. El objetivo: ofrecer a nuestros lectores una visión fiel y fundamentada sobre las Jornadas Técnicas y su papel clave en la sostenibilidad económica y social del sector agrícola.
Ecorregímenes y materias activas
Una de las primeras características que observamos, es que estas jornadas no son solo una muestra de los avances del sector, sino también una herramienta clave para ayudar a los agricultores a adaptarse a las exigencias cada vez mayores del mercado y de la Política Agraria Común (PAC). Las continuas referencias de los técnicos a las materias activas que van a desaparecer y a los Ecorregímenes lo constatan.
Precisamente, es habitual que, en las jornadas técnicas organizadas por Revista Campo, el turno de ruegos y preguntas esté dominado por dudas relacionadas con la nueva PAC. En este sentido, Bureba Ebro no deja lugar a la incertidumbre: sus Jornadas Técnicas abordan de forma sencilla y práctica los principales retos que plantea la Política Agraria Común, ofreciendo soluciones concretas y adaptadas a la realidad del campo.
Los técnicos de la cooperativa explican de forma clara y accesible cómo implementar buenas prácticas agrarias y cumplir con los nuevos condicionantes ambientales sin mermar la viabilidad económica de las explotaciones. Esta orientación práctica es clave para muchos agricultores, especialmente aquellos que necesitan apoyo para entender y aplicar los nuevos marcos normativos.
Laboratorios al aire libre
Con respecto a las señas de identidad del encuentro, sobresale su marcado enfoque práctico. Los campos de ensayo preparados por los técnicos de la cooperativa se transforman en auténticos laboratorios al aire libre donde los socios pueden ver in situ cómo responden los cultivos a todo tipo de tratamientos fitosanitarios, herbicidas, fungicidas combinaciones, dosis y momentos de aplicación.
Este año, como hemos dicho anteriormente, se han puesto en marcha varias hipótesis destinadas a buscar alternativas económicas eficaces a materias activas que están siendo retiradas del mercado o que podrían dejar de estar disponibles en próximas campañas. Un aspecto fundamental para garantizar la continuidad productiva y la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
En concordancia, todos estos ensayos, analizan minuciosamente el impacto real de las condiciones climáticas y su incidencia sobre las distintas variedades de cultivo. Esto permite identificar qué variedades son más rústicas, resistentes y mejor adaptadas a las condiciones locales, un factor que se antoja crucial en tiempos de cambio climático.
Fertilización biológica
Por otra parte, otro de los grandes bloques de estas jornadas está centrado en las estrategias de fertilización, con abundancia de fórmulas basadas en aportes biológicos. En Belorado se presentan diferentes hipótesis que integran bacterias promotoras del crecimiento vegetal, extractos de algas y otros bioestimulantes naturales.
Estas prácticas responden a una demanda clara del mercado y de la sociedad: avanzar hacia sistemas productivos más responsables y con menor impacto ambiental.
Los asistentes tienen así la oportunidad de conocer aplicaciones concretas de técnicas agronómicas punteras que ya están dando resultados contrastados en parcelas de la propia comarca.
Variedades adaptadas y de calidad
Desde hace años, una de las partes más valoradas por los asistentes es la muestra de nuevas variedades de trigo, cebada, avena, colza y guisante. Poder comparar directamente en el campo el comportamiento de diferentes semillas permite a los agricultores tomar decisiones informadas, escogiendo aquellas que mejor se adaptan a sus parcelas, suelos y condiciones climáticas concretas.
De estos ensayos han salido algunos de los trigos más exitosos de Bureba Ebro, como el Extase y el Sphere, variedades perfectamente adaptadas a la zona y resistentes a virosis.
En este sentido, cabe destacar la rotunda apuesta de la Cooperativa por la excelencia, Sus socios han interiorizado que el nivel de exigencia en cuanto a la calidad de sus cereales ha de ser siempre el máximo. Por este motivo la industria de los copos de avena, las harineras o las malterías de cerveza se disputan sus cosechas cada campaña. Y trabajar con industrias del más alto nivel trae consigo precios más altos y una importante mejora en la rentabilidad de las explotaciones de los agricultores de Bureba Ebro.
Intercambio de conocimientos
Uno de los aspectos más enriquecedores de las jornadas es el intercambio de ideas entre socios. Agricultores de distintas zonas comparten sus experiencias, dudas y soluciones prácticas. Este contacto fomenta la cohesión del grupo, fortalece la identidad colectiva y crea una red de confianza que va más allá del ámbito técnico.
La Cooperativa Bureba Ebro no solo ofrece productos y servicios; construye comunidad. Y estas jornadas son una muestra clara de ese compromiso: un espacio donde la ciencia, la experiencia y la tradición se dan la mano para construir un futuro más productivo, sostenible y rentable para el campo burebano.
Jornadas más que interesantes
En un momento en el que los retos climáticos, regulatorios y económicos marcan el día a día del sector agrario, iniciativas como las Jornadas Técnicas de Bureba Ebro no solo son valiosas: son necesarias.
Sin entrar a valorar el enorme esfuerzo humano, logístico y económico que supone su organización, iniciativas como las de Bureba Ebro son clave para mantener a los agricultores informados, capacitados y conectados con las últimas innovaciones. Y el retorno que obtiene la cooperativa a nivel de mejora de la competitividad, de avances en sostenibilidad y de aumento de la confianza también es de un enorme valor.
En conclusión, estas jornadas no solo acortan la brecha entre la investigación y el campo, sino que también generan un impacto positivo en la cohesión del tejido rural. Al convertirse en espacios de encuentro y diálogo, fomentan la transferencia de conocimiento entre generaciones y regiones, ayudan al desarrollo del medio rural y fijan población.
Porque cuando el conocimiento llega al campo, el campo avanza, y si el campo avanza, avanza el medio rural.