"El exceso de malas hierbas ha provocado que muchos agricultores hayan optado por segar para forraje parcelas que inicialmente estaban destinadas a ser cosechadas para grano", como indican desde Asaja Salamanca
La cosecha de cereales en la provincia de Salamanca alcanzará unas producciones medias de 3.500 kilos en trigo y de 3.400 kilos por hectárea en cebada, si bien en avena se esperan rendimientos de 2.800 kilos y de 2.600 en centeno, según datos facilitados por Asaja Salamanca, quienes también han destacado que la climatología de los próximos días será clave para el granado final del cereal.
La campaña de cereales ha estado marcada por los problemas de nascencia en algunas zonas de la provincia, ante la ausencia de lluvias en octubre y noviembre. Por otra parte, “el exceso de lluvias de los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo ha provocado un incremento muy significativo de malas hierbas en el trigo y la presencias de hongos, reduciendo de manera muy significativa la efectividad de los fitosanitarios aplicados”. En las últimas semanas, se han visto de forma más significativa los daños en las espigas de las parcelas afectadas por los hongos.
El exceso de malas hierbas ha provocado que muchos agricultores hayan optado por segar para forraje parcelas que inicialmente estaban destinadas a ser cosechadas para grano, como indican desde la organización. “Esa circunstancia contribuirá a bajar las producciones medias en la provincia”. Además, en las últimas semanas se han apreciado muchas parcelas afectadas por el “mal del pie”, que están dejando zonas muy amplias con el cereal tumbado dificultando el granado y también la cosecha.
Asaja Salamanca advierte que pese a los buenos datos que se esperan de cosecha, la rentabilidad de los cultivos será escasa por los elevados precios que tiene que soportar en los costes de producción. Se da la circunstancia de que la semana pasada el trigo alcanzó el precio más bajo de la última década y sin embargo, en 2016 han vuelto a subir materiales como los fitosanitarios, en un año donde ha habido que realizar dos y hasta tres tratamientos por la presencia de hongos y climatología. “Además, hay que sumarle la subida del hierro y que los fertilizantes, pese a los bajos precios del petróleo, apenas han bajado”.
La organización pide a la Administración y a los agricultores que “tomen conciencia del grave problema que supone el jopo en las leguminosas y que puede acabar con este cultivo en los próximos años”. El jopo es una planta huésped que se trasmite por la semilla a la que se adhiere como polvo y que persiste en el suelo durante 20-2 años. “No existe tratamiento contra él, salvo las medidas drásticas de quemar o arrancar las parcelas antes de que el jopo suelte su semilla”, tal y como explican.
Desde Salamanca se ha valorado de forma muy positiva que el borrador para poder quemar los rastrojos de forma controlada a partir de este otoño aunque se considera que tiene varios aspectos mejorables para facilitar las tareas de quema y de control. Los numerosos problemas de plagas que ha habido este año, tanto en Salamanca como en otras provincias de España, hacen muy recomendable iniciar a la mayor brevedad la aplicación del fuego como medida de control.