El retraso que acumulan los cultivos y la escasa humedad han permitido las labores en el campo. Las parcelas apenas registran incidencias, todavía, relacionadas con hongos y malas hierbas, aunque en zonas concretas sí se localizan algunos focos
En el cultivo de cereal, el agricultor debe estar ya ojo avizor para asegurarse de que insectos y hongos no amenazan la cosecha para la que aún quedan cuatro meses de margen. Todavía no hay amenazas serias que afrontar con urgencia, pero tampoco debe despreocuparse. La llegada de la primavera y el habitual desarrollo vegetativo obligan a prestar atención y a trabajar.
En la actualidad hay cierta y justificada preocupación en el agricultor salmantino por cómo será la evolución de las enfermedades que muestran sus primeros síntomas en el cereal de la provincia charra. El jefe de área de Fitosanitarios y Semillas de Campal, Ricardo Sánchez, cree que si no llueve se cortarán los problemas. “Ahora hay trigos con septoria y cebadas con rincosporiosis”, confirma. Son las hojas más viejas de la planta las afectadas, mientras que las que han crecido recientemente están más sanas.
Se ven problemas que aún no son preocupantes. El trigo va ahijando pero sin avanzar mucho en su desarrollo vegetal. Las fincas más atrasadas presentan mejor sanidad vegetal que las de siembra temprana y abonadas de manera generosa.
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El técnico de la empresa con sede en Huerta defiende que ahora lo tratamientos deben ser con carácter preventivo, y teniendo en cuenta que si la primavera carece de humedad no habrá afecciones severas en los cultivos. El inconveniente será que si la lluvia toma vacaciones también se reducirá la producción. Si hay bastante humedad y la temperatura es suave se prevén problemas.
Todo ello en secanos. En los cereales de regadío hay que aplicar ya los tratamientos fitosanitarios preventivos -en algunos casos ya debieran estar hechos-, para repetirlos en el plazo de un mes. Contra los hongos, según reseña Sánchez, hay que tener en cuenta que la utilización de nuevas variedades supone ventajas: soportan mejor las enfermedades para las que han sido genéticamente preparadas, sufren menos daños y permiten tratamientos más tardíos.
El empleo de semilla certificada, aparte de evitar contaminación por hongos transmitidos por la simiente, evita la multiplicación de malas hierbas y la mezcla de variedades o especies. Asegura así la calidad de producción. “Ahora mismo la semilla empleada ha asegurado una mejor nascencia que el grano habilitado”, confirman en la Cooperativa Agrícola Regional (CAR).
Más de un mes de retraso
Javier Rodríguez, el técnico de Semillas y Fitosanitarios de la cooperativa Grupo AN en Castilla y León coincide en que se han detectado en diferentes zonas de la región las primeras manchas ocasionadas por hongos, pero que no son alarmantes. “El campo acumula un retraso de mes a mes y medio que en la campaña pasada por la falta de lluvias y las temperaturas más bajas”, explica el experto.
Rodríguez es partidario del seguimiento de los secanos. En los regadíos de León cree que el agricultor debe estar más atento, sobre todo al suministrar el primer riego. Entonces habrá que decidir si es el momento de tirar fungicida. Entre los regantes cunde la preocupación por el nivel de las reservas de agua en los embalses, que en el norte de Castilla y León tiene hasta un 30% menos que el año pasado en estas fechas. Los del sur de la Comunidad están mejor.
En zonas de Salamanca y Ávila, aunque todavía no son significativos, desde Grupo AN advierten de que se producen incipientes ataques de hongos en tierras ligeras con cebada.
En Palencia no se registran hasta ahora apenas afecciones. CAR indica que de momento no hay incidencias de plagas excepto los topillos, que hacen estragos en muchas zonas y obligan a los agricultores a levantar algunas parcelas perdidas.
“No hay todavía mucha incidencia de enfermedad, aunque las cebadas presentan algo de helmintosporium tal vez por estar más débil. La falta de lluvias y la poca humedad ambiental unidas al viento debería de controlar los ataques tempranos de hongos”, confían.
Las cebadas están más afectadas que los trigos por la sequía. Centenos y triticales de la zona norte están bien de momento. La principal afección ahora es la sequía, que limita el ahijamiento así como la disponibilidad de nutrientes. En la cooperativa prevén la reducción segura del techo de rendimiento por mucho que ya empiece a llover en buenas condiciones.
Respecto a las malas hierbas, la aplicación de herbicidas de preemergencia ha sido eficaz en Salamanca, tal como indican desde Campal. En postemergencia también ha habido eficacia en la lucha contra el bromo. Ahora el objetivo en este ámbito es el control de las hierbas de hoja ancha.
En Grupo AN estiman que se han retrasado las aplicaciones para las adventicias de hoja ancha por el estado vegetativo. Se empieza a detectar la presencia de avena loca, que en algunos lugares ya ha germinado. Es hora de revisar y tratar.
En las parcelas de Palencia, las malas hierbas se están tratando con herbicidas de contacto tanto en hoja ancha como estrecha. La infestación no es muy grande por la sequía, pero los cultivos tienen también un mes al menos de retraso coinciden en CAR.
Por lo que se refiere a los daños ocasionados por insectos y roedores, todo apunta a que en Tierra de Campos ha disminuido la población de topillos gracias a las medidas tomadas por los productores (quema de cunetas y otras) y a la climatología (menor temperatura y mayor humedad). “Se ve el daño que está hecho, que ya no tiene remedio, pero no hay más nuevos”, apunta Javier Rodríguez.
Fertilización
El retraso en los cultivos cerealistas, sumado a la escasa pluviometría, recomienda llevar a cabo la cobertura nitrogenada en dos veces. La primera debe ser prudente para en la segunda atender a las producciones reales ya más previsibles. Así se evitan más gastos y perjudicar al cereal con excesos.
La colza empieza a tener pulgón según indica Rodríguez. Es recomendable la eliminación con insecticida antes de la puesta. En Salamanca, Valladolid y Zamora ya compensa tratar por la alta infestación.
“Las alfalfas no presentan problemas todavía en tierras palentinas, pero pronto atacaran los gusanos verdes: hay que permanecer vigilantes y tratar pronto para evitar la pérdida del primer corte”, recomiendan desde CAR.
En general, la climatología es esencial para la eficiencia do todos los productos fitosanitarios. Para usar uno u otro y ahora o dentro de unos días es importante consultar las previsiones meteorológicas. Por ejemplo si habrá heladas o si lloverá será clave en el buen o mal funcionamiento de la aplicación. El agricultor debe tener cuenta todos estos aspectos para no tirar su dinero para nada.