Si la preparación cultural del suelo no nos asegura una buena cama de siembra, es preferible recurrir a la siembra directa.
La dosis de siembra a emplear debe garantizar una población final de plantas entre 30 y 40 por metro cuadrado, con lo cual recomendamos en secanos normales o pobres, densidades de cuatro kilogramos de semilla por hectárea (entre 65 y 75 semillas viables por metro cuadrado) y en secanos frescos y riego de entre 2,5 y tres kilogramos de semilla por hectárea (entre 45 y 55 semillas viables por metro cuadrado). Podemos utilizar para ello sembradoras de cereal o de precisión, que permiten una reducción en la dosis. La profundidad ideal estará comprendida entre los 1,5 y 2,5 centímetros.
Las variedades de colza híbrida que incorporan la tecnología Clearfield permiten un control de amplio espectro en una sola aplicación de herbicida, incluyendo crucíferas. Con sistema no Clearfield se puede hacer un primer control con herbicida total antes de la siembra y en post-emergencia aplicar metazacloro.
El azufre es un elemento esencial para la colza, el cual aplicaremos en cobertera en forma con el nitrógeno en cantidades de 60-65 UF por hectárea.
Plagas y enfermedades. Las plagas que pueden tener más incidencia en nuestras latitudes son los limacos a principios de cultivo, controlados por tratamientos específicos disponibles en el mercado.Al principio del ciclo, puede darse algún ataque de pulguilla, mientras que al final pueden aparecer poblaciones de pulgones que, con tratamientos a principio de incidencia en los bordes de la parcela, permiten un buen control.
Enfermedades como mal del pie o esclerotinia, no son de especial importancia y los híbridos de Pioneer presentan buena tolerancia contra ellas.
Recolección. La recolección de la colza se debe realizar cuando la humedad general de la parcela esté entre un 8 y un 10% para evitar merma en producción y mayor grado de dehiscencia o caída de grano por sobremaduración. Vigile especialmente el momento óptimo recomendado de cosecha, prestando atención a estos indicadores: vainas marrones, semilla gris negrácea y semillas sueltas en la vaina cuando la movemos. La recogida se realiza con cosechadoras de cereal, evitando las horas centrales del día con altas temperaturas y con la regulación adecuada al tamaño de la semilla.