En diciembre de 2024, la siembra de cereales y leguminosas en Castilla-La Mancha ha experimentado avances significativos, influida por las condiciones climáticas recientes.
Las lluvias registradas en octubre han tenido un doble efecto en la región. Por un lado, han retrasado las labores de siembra debido al exceso de humedad en el terreno; se estima que solo un 30% de la superficie estaba sembrada a finales de octubre, en comparación con el 45-50% habitual para esa fecha.
Sin embargo, estas precipitaciones han dejado la tierra en condiciones óptimas para el enraizamiento y fertilización de los cultivos, lo que augura una buena cosecha.
La cebada continúa siendo el cereal más sembrado en la región y en España, representando aproximadamente el 50% de la producción nacional de cereales, con una producción que alcanza los 10 millones de toneladas a nivel nacional. Este cereal se destina principalmente a la producción de piensos.
En cuanto a las leguminosas, se ha observado un interés creciente en la asociación de estos cultivos con cereales. Esta práctica puede reducir las necesidades de fertilización nitrogenada, contribuyendo a una agricultura más sostenible.
Actualmente, los agricultores se encuentran finalizando las siembras de cebadas, trigos y avenas. Aunque en este mes de enero se pondrán manos a la obra con las siembras de las leguminosas para cumplir con la normativa vigente de la actual PAC.
Según los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Castilla-La Mancha cuenta con 1,2 millones de hectáreas dedicadas a cereales de grano, destacando 700.000 hectáreas de cebada, 259.000 de trigo duro y 158.000 de avena. Sin embargo, como cada año, una de las mayores inquietudes para los agricultores en esta etapa es la incertidumbre sobre los precios que podrán obtener por su producción al inicio de la cosecha en verano.
Actualmente, con los precios de las lonjas, el sector opera a pérdidas, ya que los rendimientos medios no cubren los costos de producción. Aunque el precio del gasóleo agrícola se ha estabilizado, los fertilizantes y otros insumos continúan encareciéndose, lo que agrava los costos.
El descontento en el sector agrario persiste debido a la combinación de altos costos y precios de mercado insuficientes para cubrirlos. A esto se añade los estragos causados por la DANA a finales de octubre, que provocó importantes daños en diversas áreas de Castilla-La Mancha.