Marta Alcaide
El sector remolachero-azucarero muestra su preocupación por el trato desigual que sufren tanto agricultores como el cultivo en el marco de la UE con respecto a las importaciones de azúcar de Ucrania y Mercosur.
La incertidumbre en el sector aumenta mientras que los representantes de la UE y Latinoamérica avanzan en la negociación de Mercosur y del Acuerdo Comercial con Ucrania.
La Asociación General de Fabricantes de Azúcar (AGFAE) muestra su preocupación por el impacto de ambos tratados en el sector, recalcando algunos de sus puntos más importantes.
«Nuestro sector se enfrenta a cambios regulatorios y modificaciones de las reglas de juego en el panorama internacional que amenazan la competitividad y la viabilidad a largo plazo del sector en España y en la UE», señalan desde la organización.
Prohibición de más de 30 sustancias activas
Una de las preocupaciones del sector continúa siendo la prohibición de uso de determinados principios activos para luchar contra plagas y enfermedades del cultivo. Esta prohibición supone un sobrecoste, al tener que buscar recursos alternativos más caros, suponiendo, en muchos casos, «la pérdida o disminución de la cosecha por ser ineficaces e incluso medioambientalmente más perjudiciales», señala la organización.
«Desde el sector remolachero estamos preocupados con este aspecto. Respecto a los neonicotinoides, estamos tratando de solicitar unas autorizaciones excepcionales al Ministerio para poder aplicar los insecticidas necesarios para controlar las principales plagas de cultivo», afirma Óscar Olivar, responsable del servicio agronómico de ACOR.
Desde el año 2018, se han eliminado más de 30 sustancias activas en la UE para el cultivo de la remolacha, y según avanza la normativa, «es muy probable que para 2027 los productores de la UE solo puedan tener acceso a un listado muy reducido de herbicidas, insecticidas y fungicidas», lamenta AGFAE.
Cabe resaltar que a la hora de realizar estas prohibiciones, «no se ha llevado a cabo un análisis de impacto económico y/o social previo, simplemente se han prohibido, sin existir en la mayoría de las ocasiones sustancias alternativas para sustituirlos», resalta AGFAE.
El problema del cambio climático
Esta preocupación aumenta con el cambio climático ya que propicia la aparición de más enfermedades y plagas en el campo que a su vez «generan incertidumbre y suponen pérdida económica para el agricultor por incurrir en mayores costes y pérdida parcial o total de cosecha», señalan.
Los productores de azúcar de países ajenos a la UE no están sujetos a este tipo de limitaciones, siendo el sector productor español y europeo quien sufre esta ventaja competitiva. Además, el azúcar entra en la Unión en gran parte libre de aranceles, por lo que, «durante la campaña 2024/25, las importaciones ucranianas de azúcar aumentaron hasta 25 veces el contingente arancelario inicial», recalcan.
A las importaciones ucranianas se unirán las importaciones procedentes de Brasil, el mayor productor de azúcar del mundo, y Uruguay, ambos en la propuesta de Mercosur.