Viveros Hernandorena impulsa con fuerza su estrategia de innovación en el sector viverista a través del Proyecto Carob Tree, una ambiciosa iniciativa que busca profesionalizar el cultivo del algarrobo en España y convertir al país en el principal referente europeo en superficie, calidad y conocimiento técnico de este cultivo emergente.
“Creemos firmemente en el potencial del algarrobo como una alternativa rentable, sostenible y adaptada al cambio climático, especialmente en zonas cálidas como la Comunidad Valenciana, Baleares o sur de la península. Pero para que el cultivo sea profesional, debe comenzar por una planta de calidad y un sistema agronómico bien diseñado”, explica Rosa Hernandorena, directora comercial de Viveros Hernandorena.
Proyecto Carob Tree: innovación y transferencia al agricultor
El proyecto Carob Tree se estructura en dos líneas principales de trabajo: por un lado, la mejora del sistema de producción de planta en vivero: “Llevamos desde 2011 trabajando en I+D para optimizar el injerto, mejorar el enraizamiento y reducir costes de producción sin perder calidad. Nuestro objetivo es poder ofrecer plantas de algarrobo a gran escala, en maceta y con garantía profesional”, señala Hernandorena.

Y, por otro lado, la modernización del cultivo con el objetivo de intensificar el marco de plantación para aumentar la productividad y adelantar la entrada en producción. Así, y desde su campo experimental, y en colaboración con la Asociación Empresas Innovadoras de la Garrofa (EiG), la Universidad de las Islas Baleares, la Universidad de Bari (Puglia, Italia), y otros centros de investigación como el IVIA, la empresa ensaya nuevas variedades, marcos de plantación, técnicas de poda, fertirriego y sistemas de recolección. “Queremos demostrar con datos reales cómo intensificar el cultivo sin perder sostenibilidad, y que cada agricultor pueda elegir la fórmula que mejor se adapta a su explotación”, apunta.
Las visitas al campo experimental se realizan cada 15-20 días, siendo la próxima jornada técnica el 12 de junio. “Estamos sorprendidos por el nivel de interés. Cada día más agricultores y técnicos se acercan para ver los resultados, intercambiar experiencias y formarse. Esa es la clave: crear una comunidad técnica en torno al algarrobo profesional”, afirma.
Este año, Viveros Hernandorena ha injertado ya más de 100.000 plantas de algarrobo, actualmente en fase de brotación en invernadero. La previsión es que estén listas para salir al mercado a partir de septiembre.
Resultados de campaña y avances en otros cultivos
Más allá del algarrobo, la empresa ha cerrado una excelente campaña de invierno y primavera, con récord de exportación y venta nacional en caqui, y buen comportamiento del granado y frutales de hueso. “El almendro ha tenido un ritmo más moderado de venta de planta, pero confiamos en una recuperación del interés gracias a la subida de precios de la almendra y a la mejora hídrica reciente”, explica Rosa Hernandorena.
En frutales de hueso, la firma ha desarrollado una intensa campaña de micro injerto con patrones híbridos certificados, alcanzando las 150.000 plantas esta primavera, que ya se encuentran en su vivero de campo. “Estamos ampliando nuestra oferta de subespecies como platerinas, paraguayos, ciruelos o melocotones. El objetivo es cubrir toda la demanda profesional con variedades de los principales obtentores, tanto nacionales como internacionales”, añade.
Tecnología al servicio del vivero moderno
Uno de los hitos técnicos más destacados ha sido la incorporación de cámaras de conservación con ozono, que han permitido extender las entregas de planta a raíz desnuda hasta finales de mayo sin incidencias. “Esto ha sido una revolución para el sector. Nos permite mayor flexibilidad comercial y una mejor gestión del stock. El agricultor también se beneficia, porque puede recibir la planta en mejores fechas, sin presiones”, afirma Hernandorena.