El sector de los frutos secos mueve actualmente 110.000 toneladas, con unas ventas que superan ya los mil millones de euros y un volumen de negocio superior a los 2.600 millones.
Lo cierto es que cultivos leñosos como el almendro o el pistacho son ya una oportunidad real y rentable que ya cuenta con desarrollo importante en todo el territorio nacional, y también en Castilla y León.
Hablamos con Juan Añibarro, gerente de Viveros Fuenteamarga, de la evolución que han experimentado estos cultivos en nuestra comunidad.
¿Qué evolución han tenido los frutos secos en los últimos años?
El paisaje de Castilla y León está fundamentalmente marcado por la helada tardía. Los frutos secos llegan a la agricultura de Castilla y León recientemente, no hace mucho. Están en fase germinal, pero tienen una gran posibilidad. Que el paisaje lo domine la helada tardía quiere decir que es muy difícil la producción de frutales. Si no hubiera heladas tardías aquí tendríamos olivos, hasta eucaliptos y otros tipos de cultivos también anuales.
Hay una palabra que lo cambia todo: la genética. Tenemos variedades que son ultraproductivas, precoces (producen antes de tiempo) y encima brotan tarde. Es una nueva posibilidad, una pata más, que se une a las posibilidades, que son enormes, de producción agrícola en Castilla y León.
Y, sobre todo, también creo que Castilla y León tiene unas condiciones que a veces son un problema y a veces son una oportunidad. Por ejemplo, tener invierno. En otros sitios está desapareciendo el invierno y eso nos permite jugar con registros de producciones.
También tenemos agua, tenemos espacio. Y como cultivo extensivo, semiextensivo o de una forma muy productiva, pueden ponerse en valor terrenos que ahora no tienen tanto valor. Tenemos alternativas con el fruto seco.
Sobre Viveros Fuenteamarga
Viveros Fuenteamarga es un vivero con 30 años de experiencia. Somos los mayores productores de España de planta forestal y de restauración y somos grandes productores de plantas de fruto seco, especialmente de pistacho y de almendro y también encina microrrizada con trufa.
Es un vivero que lo que busca es dar oportunidades y sumar valor para que los agricultores tengan unas posibilidades de producción con más capacidad de venta, con más valor, y con más posibilidades.
