El sector de los frutos secos sigue consolidando su crecimiento y remarcando su evolución positiva. Un mercado que mueve actualmente 110.000 toneladas, con unas ventas que superan ya los mil millones de euros y un volumen de negocio superior a los 2.600 millones.
Lo cierto es que cultivos leñosos como el almendro o el pistacho ya no son una alternativa, sino una oportunidad real y rentable que ya cuenta con desarrollo importante en todo el territorio nacional, y también en Castilla y León.
En este marco se ha celebrado el quinto Encuentro Agroprofesional, organizado por CAMPO de la mano del ITACYL. Una jornada donde más de cien personas han debatido sobre la oportunidad de diversificación que ofrecen los frutos secos. Este encuentro se ha fusionado con la jornada de recolección de almendro en seto, organizada por Agromillora.
La finca de Blas Donis que ha acogido este encuentro “se realizó en 2019”. “Esta es la segunda cosecha, el año pasado obtuvieron 800 kilos de pepita por hectárea, que vendieron a 4,5 euros el kilo. Este año la previsión es mejor”, explica.
El almendro en seto supone ventajas con respecto a otros cultivos, como la mecanización o el ahorro de aguas. Además, variedades como las utilizadas en esta finca, de floración extratardía, “han permitido evitar las heladas sufridas en el mes de abril. Algo que no han podido evitar otros cultivos”, añadía.
“La experiencia con este cultivo ha sido muy enriquecedora para mí”
Blas Donis, agricultor
El papel de la innovación
“Desde el ITACYL, decidimos apostar por investigaciones en torno al sector de los frutos secos porque consideramos que tenían potencial para el campo de Castilla y León. Además, trabajamos también en estudios en torno a la transformación de la producción”, ha señalado María Cristina León, directora de innovación del ITACYL. El objetivo del Instituto es encontrar soluciones tecnológicas que ayuden al desarrollo del sector.
“Los frutos secos ya no son una alternativa, son una oportunidad. Es un cultivo de alto nivel económico. Es rentable.”, apuntaba Benjamín Crespo, responsable de Agromillora en la zona norte. Quien ha destacado también la capacidad de adaptación a las distintas zonas y condiciones climáticas. “Se ha desarrollado un gran trabajo en la genética. Un ejemplo son estas variedades extratardías que esquivan las heladas habituales en Tierra de Campos.”
“Hay que ser conscientes de que este cultivo no es solo plantarlo y que dé producción”, señalaba Hugo Martín, investigador del ITACYL. Además, señalaba que “los frutos secos son una realidad en Castilla y León. Más en el momento climatológico que vivimos actualmente. Tenemos unas condiciones climáticas y unos recursos hídricos que nos permiten desarrollar en buenas condiciones este cultivo”. Aunque también reconoce que “este cultivo no es para todo el mundo” pues requiere unos conocimientos específicos.
Juan Añibarro, de Viveros Fuenteamarga. “Tenemos una genética que no teníamos hace 12 años, con variedades ultra productivas, variedades de floración extratardía, que se autopolinizan”. Además, “ahora tenemos marcos de plantación mucho más juntos”. Por último, “tenemos un cultivo muy mecanizado”. “Los frutos secos han venido a satisfacer la diversificación de los cultivos en las explotaciones”, concluía Añibarro.
“Necesitamos más unidades de transformación para que los frutos secos den un paso más”
Juan Añibarro
Ahorro de agua
“El agua es el oro del futuro”, sentenciaba Julio Nieto, de Castillo de Arnedo.
Ante la compleja situación del agua, “tenemos demostrado que en una plantación con sistemas como los implantados con malla antihierba se produce un ahorro de agua de hasta un 30% con los sistemas actuales. Además, ahorramos también en abonado gracias a la fertirrigación. A lo que hay que sumar el ahorro de mano de obra”.
Cultivos rentables
Un “caso de éxito” en el sector de los frutos secos es Juan Ruiz, agricultor de Rueda. Ruiz cuenta que saca “mucha más rentabilidad con 500 kilos de pepita de almendra en ecológico que con el cereal”. Para él “fue casi una obligación apostar por este tipo de cultivos. Los cereales cada vez son menos rentables en esta zona”.
Ruiz destaca también la evolución que ha experimentado este tipo de cultivos en los últimos años: “Cada vez vamos aprendiendo más”. Aun así, es “importante que sigan formándose más técnicos que asesoren al agricultor en el manejo”.
Ventaja de la mecanización
“Hay una mecanización completa para que estos cultivos se puedan desarrollar en buenas condiciones. Es una solución para la escasez de mano obra que afecta al campo”, ha destacado Juan Marugán, responsable de Marketing de New Holland. Máxime en modelos de cultivo en super intensivo, mecanizados al 100%, pero “también en modelos tradicionales existe un alto grado de mecanización”.
Retos en el sector de los frutos secos
“Va cambiando mucho la idea que la gente tiene de los frutos secos”, ha destacado Alfredo Pérez, de Pistacyl. El tiempo está dando la razón a todos aquellos que hace años que apostaron por este tipo de cultivos. En su opinión, “el pistacho tiene muchas posibilidades de desarrollo porque está de moda, como ha sucedido en países como Italia”.
Por su parte, Amelia Pastor, de Piñonsol, destacó la importancia de que el agricultor tenga “muy en cuenta” cuestiones como la comercialización. En este sentido, la demanda y “la visión a largo plazo son clave”.
Lo cierto es que la demanda de los frutos secos ha crecido en los últimos años, como ha confirmado Javier Labarga, de CETECE, tanto en el consumidor final como la industria transformadora.
La labor de asesoramiento al agricultor es muy importante en este sector, desde el momento de la plantación hasta el manejo del cultivo o la cosecha. Antonio Barcenilla, de Agrobarcenilla ha anunciado: “Vamos a crear un centro de innovación cerca de aquí, en la provincia de Palencia”.
En este enlace puedes ver un resumen del anterior Encuentro Agroprofesional.