El espectáculo de la trashumancia vinculado a la Raza Autóctona Avileña-Negra Ibérica y sus ganaderos ha comenzado en su actividad de retorno a los pastos de la Sierra de Gredos.
Esta actividad se realiza año tras año año y aproximadamente unas 20.000 reses, vendrán de regreso a los pastos de sierra durante todo este mes de junio. La trashumancia se práctica en parte a pie, son desplazamientos con una media de 250 km entre las dehesas de Extremadura, Castilla-La Mancha y sierras de Ávila, y una gran parte del traslado es en camiones.
Este año la vuelta a la Sierra es muy esperada, ya que la terrible sequía y sus consecuencias directas de falta de pastos, escasez de suministros de agua, sufrida durante la presente primavera hace que los ganaderos hayan tenido que suministrar a los animales alimentación suplementaria y agua antes de lo habitual.
Desde la IGP Carne de Ávila y la Real Asociación de Criadores de raza Avileña-Negra Ibérica se retransmite el camino realizado a través de sus redes sociales, con el afán de mantener el espíritu y las ganas de disfrutar lo que supone esta actividad, tan tradicional y tan arraigada en nuestra cultura.
Se han diseñado variadas visualizaciones de la evolución del recorrido, con los trabajos diarios de los ganaderos, las imágenes del recorrido y alguna otra información sobre la actividad trashumante.
Estos documentales cortos ponen en valor la trashumancia como patrimonio cultural, con un modelo de producción y un conocimiento y cultura ganadera de esta práctica que, a través de la experiencia vivida por nuestros trashumantes, han hecho y hacen especial y fascinante a esta práctica ganadera.
La trashumancia, una tradición que sigue viva
El recorrido medio realizado por las reses que trashuman de Extremadura y Castilla-La Mancha a Ávila oscila entre los 250 y los 300 kilómetros, que se realizan en una media de dos semanas. En las tierras altas o agostaderos los animales permanecen hasta noviembre o diciembre, cuando vuelven a tierras extremeñas.
En la actualidad hay más de 450 titulares de explotaciones que practican la trashumancia y viven de esta práctica, además de otros sectores como los transportistas, productores de piensos, servicios veterinarios, arrendatarios de fincas, etc.
Asimismo, esta actividad permite el mantenimiento de la población rural y favorece estas regiones desde el punto de vista económico, sociocultural y medioambiental.
Durante la Jornada, también se resalta la importancia de esta práctica para el mantenimiento de las vías pecuarias y los graves problemas de movilidad del ganado, ocupación de las cañadas y dificultades en el cobro de las ayudas de la PAC.
La Raza Avileña-Negra Ibérica
Es una raza autóctona originaria de las zonas de montaña del centro de la Península Ibérica y extendida a las dehesas y otras sierras de España, de color negro uniforme, con el morro negro y de tamaño medio a grande. La Avileña-Negra Ibérica sabe adaptarse muy bien a su entorno y destaca por su elevada fertilidad, sus cualidades maternas y su longevidad.
Durante la época de la trashumancia las reses suelen recorrer una media de 25 kilómetros al día y las vías más utilizadas son la Cañada Real Leonesa Occidental, la Ruta de la Plata y la Cañada Real Soriana Occidental.
Carne con sello de calidad
La alta calidad de la carne de la Raza Avileña-Negra Ibérica permitió que, en 1988, Carne de Ávileño fuera la primera Denominación de carne fresca amparada en España y que, poco después, se incluyera en el primer grupo de producciones aprobado en la Unión Europea como Indicación Geográfica Protegida.
Desde 1998 el Consejo Regulador de la IGP Carne de Ávila es miembro de la Interprofesional de Carne de Vacuno Autóctono de Calidad (INVAC), integrada por asociaciones de productores y comercializadores de carne de vacuno procedentes de razas autóctonas reconocidas por el MAPA.
100% nuestro
Desde agosto de 2014, la Carne de Avila procedente de animales de raza Avileña-Negra ibérica, cuenta con el logotipo 100% raza autóctona, concedido por el MAPA.