El Colegio Oficial de Veterinarios de Valladolid, ante la inquietud ocasionada por el nuevo coronavirus (COVID-19) motivada por el desconocimiento e incrementada por noticias carentes de base científica, se hace eco de lo refrendado por la Organización Mundial de la Salud y recuerda que:
Los coronavirus son una gran familia de virus comunes en los animales. En raras ocasiones las personas se infectan con ellos, aunque luego pueden propagarse entre humanos. Por ejemplo, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) se asoció con la civeta, y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) con los dromedarios. Las posibles fuentes animales de COVID-19 aún no se han confirmado.
En el momento actual, no hay evidencia de que los animales de compañía, como gatos y perros, hayan sido infectados o puedan propagar el virus que causa COVID-19. A pesar de ello, para evitar ese y otros riesgos, como infecciones bacterianas tan comunes como E. coli y Salmonella que pueden transmitirnos, es necesario seguir con ellos las indicaciones de su veterinario, sin olvidar lavarse siempre las manos con agua y jabón después del contacto con los animales. Medida higiénica, simple y recomendable, que nos protege.
En todo caso, como medida de precaución, para protegerse en la visita a centros con animales vivos, debe evitarse el contacto directo con ellos y con las superficies que puedan contaminar. Los veterinarios son los responsables de la salud y bienestar animal, trabajando en la prevención y control de las enfermedades que pueden transmitirnos (zoonosis).
En la manipulación de alimentos es imprescindible garantizar, en todo momento, las buenas prácticas higiénicas de seguridad alimentaria. Las carnes, la leche y otros productos de origen animal deben manipularse evitando su contaminación, han de conservarse en frío y prescindir de su consumo en crudo poco cocinados. Los veterinarios son los garantes de la seguridad alimentaria a lo largo de toda la cadena, desde su origen en la granja hasta su consumo en la mesa. Lo que incluye el control, por ejemplo, en los mataderos, en otras industrias alimentarias, establecimientos de distribución o de restauración.
Los antibióticos no son eficaces para tratar las enfermedades víricas, ya que solo están indicados en infecciones bacterianas. COVID-19 es causado por un virus, por lo que los antibióticos no están indicados. Por ello, no deben usarse como un medio de prevención o tratamiento de COVID-19. “Los veterinarios estamos comprometidos con la optimización del uso de los antibióticos y con las medidas para luchar frente a la resistencia a los mismos”, señala el comunicado.
Los coronavirus son otro ejemplo claro de que la salud humana, la sanidad animal y la del medio son interdependientes, tal como propugna el concepto One health (Una Salud), por lo que para tener mejores y más eficientes resultados en las intervenciones de salud pública se requiere de la cooperación entre salud humana, sanidad animal y sanidad ambiental. Los veterinarios, como garantes de la seguridad alimentaria, de la prevención y control de las enfermedades que pueden trasmitirnos los animales y por nuestro compromiso en la prevención de la resistencia a los antibióticos, somos profesionales sanitarios imprescindibles y comprometidos con la salud pública.