La Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias (Agaca) refuerza su papel clave en el desarrollo y la sostenibilidad del sector agroalimentario gallego. Carmen Rodríguez Rodríguez, presidenta de Agaca, destaca la importancia de la colaboración y el cooperativismo como herramientas para conseguir una mayor dimensión representativa a nivel formal, comercial, identitario e institucional.
– ¿Cómo ve el sector agro de Galicia en la actualidad? ¿Cuáles son los retos?
– El año 2023 presentó un balance mixto para el agro gallego. Para mí, fue un buen año, algo mejor para ganadería que para agricultura, que se vio afectada especialmente por el cambio climático y plagas, ambos problemas que se han extendido hasta 2024. Estos factores han generado una notable disminución en la producción agrícola, lo que nos ha obligado a fijar dos retos:
A corto plazo, mantener los costes de producción, sostener los precios y trabajar en la profesionalización del personal del campo para mejorar la rentabilidad.
A largo plazo, mantener el relevo generacional con población joven y mujeres, aprovechar el talento, impulsar a la población y producir productos de calidad.
-Dentro de ese contexto, ¿cuál es el papel del cooperativismo gallego?
– El cooperativismo gallego es algo que ‘tira’ mucho de mi ADN, es imprescindible en el papel estratégico rural y es la herramienta económica fundamental para agricultores y ganaderos debido a sus necesidades comunes.
Permite una gestión más democrática y participativa de los agricultores y ganaderos, al mismo tiempo, establece una mejor cadena de valor entre el productor y el cliente final.
– ¿Cuántas cooperativas y cuántos agricultores y ganaderos forman parte de Agaca?
– Galicia cuenta actualmente con unas 200 cooperativas ganaderas y agrícolas, con aproximadamente 34,000 inscritos. En Agaca, agrupamos aproximadamente 120 cooperativas con unos 28,000 agricultores y ganaderos, proporcionando formación, asesoramiento y representación, adaptándonos continuamente a las demandas de nuestros socios. Para mí, el cooperativismo es imprescindible en el papel estratégico rural y la herramienta económica fundamental para agricultores y ganaderos debido a sus necesidades comunes.
– ¿Qué sectores participan más en el movimiento cooperativo?
– Todos los sectores participan de manera parecida, ya que su participación también depende de su actividad económica. A mayor actividad (lácteos, cárnicos…) mayor participación, y a menor actividad (sector aceite, sector innovación agrícola…) menor participación.
– ¿Por qué un Plan Estratégico para el Cooperativismo?
– Es necesario unirnos y buscar objetivos comunes, en nuestro caso con el ejemplo de la Agenda 2030, que nos sirve de guía y consulta, y que nos permite buscar un desarrollo agrario y económico común y al mismo tiempo nos permite ser un órgano de consulta y representación para los asociados.
El Plan Estratégico para el Cooperativismo de Agaca busca la unificación y la consecución de objetivos comunes. Este plan promueve la sostenibilidad total y la transformación agraria, con un enfoque especial en la digitalización.
– ¿Qué papel va a tener el nuevo sello de Producto Cooperativo? ¿Animará a comprar producto cooperativo, local?
– Es uno de los sueños que toda cooperativa tiene, y es uno de los proyectos más ambiciosos de Agaca: el nuevo sello de Producto Cooperativo, que pretende visibilizar y fomentar el consumo de productos locales y cooperativos. Tener un sello de Producto Cooperativo nos permite cubrir el hueco que existe entre productor y consumidor, mostrando un pacto sostenible con un origen propio y un producto con trazabilidad.
– ¿Cómo es la relación entre la Galicia urbana y la rural? ¿El habitante de la ciudad conoce y comprende la realidad del campo?
– Aún persiste una brecha entre la percepción de la Galicia urbana y rural, pero confío en que las nuevas generaciones y la profesionalización del sector agrario cambiarán esta visión. La gente joven ve, y corrige, las partes más débiles de lo que le queda por mejorar a la Galicia rural y tiene sus propios proyectos de vida. Al mismo tiempo, existe un esfuerzo conjunto urbano y rural de transparencia y formación, comenzando por una educación más actualizada y visitas al mundo rural para concienciar y dar visibilidad.
Agaca sigue trabajando incansablemente para fortalecer el sector agroalimentario gallego, promoviendo la colaboración, la innovación y la sostenibilidad, asegurando así un futuro y una integración efectiva para las cooperativas y sus socios.
A través de estos esfuerzos, Agaca no solo mejora la competitividad y representación de las cooperativas gallegas, sino que también trabaja como una herramienta esencial para abordar tanto los retos inmediatos como los de largo plazo, reducir la brecha entre la Galicia urbana y rural y fomentar el consumo de productos locales, fortaleciendo así la relación entre el productor y el consumidor.
