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jueves, octubre 10, 2024
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Las plagas y enfermedades están al caer en los cultivos de Castilla y León

Patata, remolacha, forrajes, maíz y viñedo afrontarán pronto las incidencias que afectan a su sanidad vegetal esta campaña. La conjunción de humedad e incremento de las temperaturas es siempre un caldo de cultivo en el que proliferan hongos y malas hierbas

El año es atípico en lo meteorológico. Igual de atípico que la campaña pasada, aunque por diferentes motivos. El resultado es que los cultivos siguen retrasados, pero poco a poco van recuperando la demora. Y antes o después, sin mucho tardar, habrá que prestarle casi toda la atención a la sanidad vegetal en Castilla y León.

Para los técnicos de Tradecorp, las bajas temperaturas de hasta hace poco y las elevadas lluvias han impedido las labores adecuadas, lo que va a propiciar unos difíciles controles de los problemas. El área manager Norte-Centro España en BASF, Emilio del Campo, considera que las abundantes precipitaciones de las últimas semanas comienzan a preocupar a los agricultores de Castilla y León.

Hongos en la patata

Hay parcelas con asfixia radicular y podredumbres en las que será necesario resembrar o levantar el cultivo y otras más sanas donde están empezando a nacer y tendrán menos problemas. Los tubérculos que se están sembrando en estos momentos, si los agricultores tienen paciencia y los ponen en condiciones óptimas de humedad, “no tendrán problemas sanitarios de inicio y será un año normal aunque con un poco de retraso”, indica Claudio del Brío, gerente y técnico de Agritec.

Remolacha, pie negro

La situación es similar en remolacha a la de patata. La sembrada antes de las lluvias tiene diversos problemas sanitarios, destacando los hongos de suelo. La raíz que se está sembrando en estos momentos, siempre y cuando se realice en buenas condiciones de humedad, no tendrá muchos problemas, si bien hay que tener cuidado con el pie negro.

Desde Arysta apuntan que las bajas temperaturas han retrasado la nascencia, que ha sido bastante irregular. Se han podido aplicar la preemergencia de herbicidas y alguna postemergencia. “Aún queda por sembrar y estamos esperando la entrada de algún anticiclón más para que se asiente el tiempo y poder realizar labores y siembras adecuadas”, explican. En Arysta también advierten de posibles problemas de pie negro y hacer las aplicaciones de herbicidas.

Pulgón en alfalfa

Con las lluvias caídas, que han hecho buena bodega, el año será normal o bueno para los forrajes y el girasol a juicio de Del Brío, sin problemas sanitarios diferentes a los habituales.

En las alfalfas, los mayores problemas que nos encontramos en estas fechas, además de las malas hierbas, son los ataques cada vez más frecuentes de insectos. Plagas como pulgones, cuca o gusanos cada vez son más comunes. Reducen mucho la calidad y cantidad de cada corte de alfalfa. “Hay que estar muy atentos y utilizar insecticidas polivalentes para todas estas plagas”, diagnostican en Arysta.

Competencia en maíz

El agricultor está empezando a sembrar maíz, que es un cultivo que necesita más temperaturas que los demás para germinar y crecer. “Es importante el control de adventicias para evitar competencia en la disponibilidad de agua y elementos nutritivos con el cultivo establecido”, dice el experto de BASF.

Viña y excoriosis

El desarrollo vegetativo de la viña se inicia con un notable retraso, al menos con respecto a la pasada campaña, debido a las bajas temperaturas registradas en las últimas semanas, según el responsable de la Estación de Avisos de Toro, Santiago Cepeda.

El oídio es una enfermedad endémica para el viñedo de Castilla y León. Cepeda señala que pueden observarse ataques en el cultivo desde que los brotes tienen diez o quince centímetros, sobre todo en parcelas en las que hay restos de la enfermedad del año anterior sobre la madera.

El mildiu de la vid es más ocasional en las condiciones de la meseta de Castilla y León, pero cuando aparece suele provocar grandes pérdidas de cosecha.  “Si se produce una infección en este momento, aunque sea leve, los daños pueden ser grandes, porque la enfermedad puede destruir totalmente el racimo”, advierta Cepeda.

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