El brócoli, conocido también como brécol, es un miembro de la familia de las crucíferas, que incluye otras verduras populares como la coliflor, la col y el romanesco. A pesar de que España se posiciona como uno de los principales productores a nivel mundial, el brócoli sigue siendo un alimento poco conocido entre los consumidores españoles, que diariamente gana terreno y cada día, se vende más.
España lidera la producción en Europa, pero el consumo nacional está muy por debajo de la media europea, especialmente en comparación con el Reino Unido, donde se consumen aproximadamente 4,40 kg por persona, mientras que en los países mediterráneos la cifra apenas alcanza los 0,50 kg.
En Navarra, la principal zona productora de la provincia se encuentra en el extremo sur, y el brócoli se ha consolidado como el cultivo hortícola más extenso, abarcando más de 4.000 hectáreas. El motivo es claro, Mikel Alcalde, agricultor navarro, indica que se debe a las altas tasas de venta e importación tanto en España como en el exterior.
La comunidad uniprovincial ha encontrado en el brócoli un cultivo que le ha permitido destacar en el ámbito agrícola tanto a nivel nacional como internacional. En los últimos años, esta región ha experimentado un crecimiento significativo en la producción de esta hortaliza, impulsado no solo por sus condiciones climáticas ideales, sino también por la creciente demanda de alimentos saludables.
El auge responde, en gran medida, a su versatilidad, a la expansión de su mercado global y a la capacidad de los agricultores navarros de adaptarse a las exigencias de un producto fresco, nutritivo y de alta rentabilidad.
Este incremento responde a una demanda que no ha dejado de crecer, especialmente en mercados del norte de Europa, donde el consumo de brócoli ha ganado popularidad debido a su perfil saludable y su versatilidad en la cocina.
Beneficios e inconvenientes
El brócoli ofrece múltiples ventajas frente a otros cultivos. En primer lugar, su alta demanda en el mercado asegura una salida constante. Además, su ciclo de cultivo relativamente corto permite la posibilidad de varias cosechas al año, maximizando el uso de la tierra. Otro de sus puntos fuertes es su resistencia frente a ciertas plagas y enfermedades, lo que lo hace más fiable en términos de productividad. Aun así, Mikel Alcalde señala que el mayor beneficio que tiene es su facilidad a la hora de cultivar.
Sin embargo, este cultivo también presenta desafíos. Por un lado, requiere un manejo riguroso, ya que el brócoli es un producto perecedero que debe ser recolectado y procesado con rapidez para evitar su deterioro. A su vez, su producción inicial puede resultar más costosa en comparación con otros cultivos más tradicionales, dado que se necesita invertir en tecnología para garantizar su calidad y conservación. “En mi caso, realizo este proceso de forma tradicional. Cuchillo en mano y traje puesto, pero ahora hay maquinaria eficaz que te permite realizar lo mismo en menos tiempo”, explica Alcalde.
¿Cuándo y cómo se siembra?
El calendario de siembra del brócoli en Navarra está estrechamente vinculado a las condiciones climáticas de la región. La siembra se lleva a cabo entre los meses de junio y agosto, mientras que la cosecha se realiza en otoño e invierno, cuando las temperaturas más frescas favorecen la maduración de las plantas. Este ciclo permite que el brócoli se desarrolle de manera óptima y se mantenga en perfectas condiciones hasta llegar al consumidor. “Desde el 7 de agosto hasta el 1 de septiembre siembro de forma tradicional este cultivo y de forma progresiva cosechó el brócoli”, apunta el agricultor navarro.
Demanda hídrica
El brócoli tiene una demanda hídrica moderada. Necesita más agua que algunos cultivos tradicionales como el trigo, pero menos que otros más intensivos como el maíz o el arroz. Durante sus primeras fases de crecimiento, el riego es crucial para asegurar un desarrollo uniforme de las cabezas. “En el momento de siembra, el brócoli necesita mayor cantidad de agua y diariamente se riega. En estos meses lo regamos cada semana y si llueve, se prolonga el tiempo de riego”, declara Alcalde.
En Navarra, los agricultores han adoptado sistemas de riego eficientes, como el riego por goteo, que optimizan el uso del agua y reducen el impacto ambiental del cultivo. Esto les permite gestionar adecuadamente la demanda hídrica del brócoli, especialmente en los meses más cálidos.
Cuidado y enfermedades del brócoli
Aunque el brócoli es un cultivo resistente, requiere de ciertos cuidados específicos para garantizar su calidad. Las enfermedades fúngicas, como el botritis, el oídio y la esclerotinia, son algunas de las principales amenazas para este cultivo, especialmente en zonas con alta humedad. “Requiere de un par de tratamiento en cada ciclo para evitar ciertos gusanos o enfermedades”, explica Mikel Alcalde.
El botritis, por ejemplo, puede atacar a todos los órganos verdes de la planta, lo que la convierte en una amenaza seria si no se controla a tiempo. Por su parte, el oídio y la esclerotinia también afectan al brócoli, siendo especialmente comunes en zonas donde las condiciones de humedad son persistentes.
Los agricultores navarros han logrado controlar en gran medida estas enfermedades gracias a avances en técnicas de cultivo y productos fitosanitarios, así como a una adecuada rotación de cultivos y manejo del suelo. A pesar de estos riesgos, el brócoli sigue siendo más resistente a las enfermedades que otros cultivos hortícolas, lo que lo convierte en una opción atractiva para los productores.
El mercado del brócoli
El último año ha sido testigo de un aumento en la producción de brócoli en Navarra. Este crecimiento ha sido impulsado por la demanda internacional, particularmente en países del norte de Europa, donde el consumo de brócoli sigue en ascenso. Los precios se han mantenido estables, con una cotización en torno a 1,50 euros por kilo en mercados mayoristas, aunque esta cifra puede variar según la calidad del producto y el momento de la cosecha.
Este año ha habido una clara mejora en el rendimiento, alcanzando los 1500 kg por robada y 18.000 kg por hectárea, lo que demuestra un manejo eficaz de la producción. A diferencia del año pasado, donde una mancha afectó la cosecha y no fue aceptada, este año hemos tenido que realizar solo un tratamiento, lo que ha favorecido la calidad del producto. Los beneficios actuales también han sido más competitivos, con costos más bajos, lo que demuestra que este es un producto rentable y sostenible.
La rentabilidad del brócoli sigue siendo alta, especialmente para aquellos agricultores que han adoptado nuevas tecnologías en el riego y el manejo de recursos. Además, el auge de los productos congelados ha abierto nuevas oportunidades de mercado, con muchas empresas especializadas en la transformación del brócoli para su exportación.