El precio para los agricultores de Coristanco se espera positivo en esta campaña, a pesar de algunos contratiempos. Las lluvias tardías de primavera han hecho que la campaña vaya algo más rezagada este año, algo que no va a afectar en la calidad del producto, pero sí en la cantidad. Esto va a hacer que el precio de venta se sitúe sobre 1,50 el kilo.
Los patateros del municipio coruñés venden mayoritariamente al cliente final, pero la creación de la Asociación de Productores de Pataca de Coristanco ha posibilitado que se estén alcanzando acuerdos con empresas potentes como Meléndez o Bonilla.
La plantación se suele iniciar en abril, pero este año no se ha hecho hasta bien entrado mayo o, incluso, junio. “La planta ha tenido más luz, y con tres meses de ciclo se puede recolectar bien, además, hemos tenido menos problemas de mildiu”, añade Juan Ramón Sanjurjo, que, aun así, tiene la inquietud de que las lluvias de otoño les dejen recoger en el momento correcto. Se estima que se haya podido perder más del 40% de la producción por problemas sanitarios. En años buenos se alcanzan los 20.000 kilos por hectárea, una cifra muy alejada de la que se alcanzará este año.
En Coristanco se usan patatas de siembra certificada que llegan principalmente de Francia, Bélgica o Luxemburgo, aunque también de Burgos o Álava. Este año ha habido algunos problemas para encontrar producto certificado de calidad, algo que se suma la adaptación al uso de menos materias activas y a las complicaciones de encontrar mano de obra, sobre todo teniendo en cuenta que el laboreo se tiene que hacer de forma manual.
La Asociación tiene como una de sus metas encontrar soluciones a este problema gracias a la profesionalización. “Nos ayuda a todos trabajar unidos. Organizamos encuentros para ver qué le funciona a un agricultor y qué no, formaciones, mesas redondas”, comenta Juan Ramón Sanjurjo.