El sello ‘Compromiso Bienestar Certificado’, impulsado por la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), está totalmente alineado con las recomendaciones de la Plataforma de Bienestar Animal de la Unión Europea, que ha subrayado la importancia de que se impulsen este tipo de sellos de forma voluntaria y atendiendo a las características de cada producción para dar un nuevo impulso a las políticas de bienestar animal.
La Plataforma de Bienestar Animal de la UE ha sido impulsada por la propia Comisión Europea y la componen 75 representantes del sector ganadero, ONG, científicos, Estados miembros, países del Espacio Económico Europeo (EEE), organizaciones internacionales y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Hay que subrayar que para la obtención del sello es necesario cumplir los requisitos del Reglamento Interporc Animal Welfare Spain (IAWS), que incluye los establecidos en las normativas comunitaria y nacional, además de otros criterios científicos que son más exigentes en materias relativas a la salud y sanidad animal, la bioseguridad, el alojamiento de los animales, la seguridad alimentaria, la trazabilidad y el medio ambiente. Asimismo, contempla 3 sistemas de producción, de manera que representa mejor la realidad de las distintas producciones y permite que el consumidor pueda elegir entre distintas opciones de bienestar animal.
‘Compromiso Bienestar Certificado’ garantiza al consumidor una trazabilidad completa del campo a la mesa –From Farm to Fork- y está certificado por entidades independientes en todas las fases productivas -desde reproducción, destete o transición y cebo o engorde, hasta el centro de sacrificio y la industria cárnica-, de manera que solo tras la auditoría de todas las fases es posible otorgar el sello.
El sello surgió en 2019 como iniciativa voluntaria del sector porcino español y fue creado por las principales empresas productoras e industriales junto con un Comité Científico de expertos de alto nivel en bienestar animal. Además, fue consensuado con entidades de certificación, administración, veterinarios y distribución, y testado y validado por organizaciones de protección y defensa de los animales.
Los productos con el sello ‘Compromiso Bienestar Certificado’ están a disposición de millones de clientes en toda España gracias al apoyo a la iniciativa de las grandes cadenas de distribución – Alcampo, El Corte Inglés, Carrefour o Aldi, entre otros- y de la distribución minorista y especializada, ya que son miles de carnicerías las que también los ofrecen. A nivel internacional, tienen presencia en cadenas como TESCO o Morrisons.
Recomendación de un etiquetado voluntario de bienestar animal
El subgrupo de etiquetado de Bienestar Animal ha analizado durante meses diferentes sellos e iniciativas dentro de la Unión Europea relacionadas con esta materia y ha elevado unas conclusiones entre las que destaca la petición de que se fije un sistema de etiquetado voluntario multinivel en la UE que sea lo suficientemente flexible como para integrar las iniciativas existentes y reflejar la diversidad de ganadería en la Unión Europea.
El hecho de que el etiquetado sea multinivel aporta, a juicio del subgrupo, una serie de ventajas, como que ofrece más opciones a los consumidores para apostar por un tipo de productos u otros en función de sus exigencias en bienestar animal; contribuye a adoptar prácticas más elevadas de bienestar animal para el máximo número de animales posible; o permite acomodar etiquetas y estándares existentes en el etiquetado de la UE.
Así mismo, expone que una etiqueta de bienestar animal de la UE debe basarse en datos cualitativos y cuantitativos fiables y armonizados y debe incluir toda la fase productiva del animal, desde que nace hasta que se sacrifica. De este modo, es más transparente que un sistema que limita sus garantías a una parte de la vida del animal. Y resalta la utilidad de un logotipo o identidad visual para consumidores y productores.
Por último, en las recomendaciones, el subgrupo sostiene que en la elaboración de estos sellos y sus reglamentos o normativas deben participar varias partes interesadas, principalmente los actores de la cadena de suministro de alimentos -incluidos ganaderos, procesadores de alimentos y minoristas-, así como representantes de la sociedad civil, científicos y organizaciones.