María Álvarez
La remolacha vive un momento de incertidumbre, pero no hay duda de que se trata de un cultivo que tiene futuro. Esa es la principal conclusión que se ha desprendido de la Jornada Técnica de Remolacha organizada por la Revista Campo en Medina de Rioseco.
El último informe de la Comisión Europea, que prevé que la superficie remolachera descienda hasta los 1,44 millones de hectáreas hasta 2035; los acuerdos comerciales entre la Unión Europea con Ucrania y Mercosur o la restricción en el uso de materias activas son algunas de las de las cuestiones que han centrado el debate. Sin embargo, desde el sector lo tienen claro: “por un lado, la tendencia del consumo es creciente. Y por otro, somos un sector líder en investigación. Vendrán nuevas tecnologías, que darán solución a los problemas.”
El encuentro, que ha contado con el patrocinio de Acor, Caja Rural de Zamora, KWS, Adama y Bayer, ha reunido a más de 200 profesionales en un momento de incertidumbre para el sector.
El cultivo de la remolacha es un cultivo en crecimiento en Castilla y León, como ha explicado Rubén Serrano, director general de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta de Castilla y León.
En nuestra región, «la superficie remolachera ha pasado de las 20.000 hectáreas del año 2020 a las más de 32.000 de la presente campaña, lo que implica un considerable incremento de más del 50%, destacando las provincias de León -10.500 hectáreas- y Valladolid -7.000 hectáreas-, liderando la primera de estas la producción nacional», ha destacado.
Un mercado muy dependiente de variables globales
Hace tan solo unos días, la Asociación General de Fabricantes de Azúcar (AGFAE) mostraba su preocupación por las repercusiones del acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur y el desarrollo de las relaciones comerciales con Ucrania.
Lo cierto es que son muchas las variables que afectan a los mercados del azúcar, como ha explicado Carlos Baleta, de ATISA.
“El principal factor que determina y afecta al mercado es el nivel de producción mundial vs. nivel de consumo. Así como los precios, la regulación sobre el mercado y los fenómenos meteorológicos, afectan significativamente al nivel de producción”, ha señalado.
El consumo del azúcar sigue teniendo tendencias lineales de crecimiento. Sin embargo, la producción, la oferta, no sigue una línea marcada. Lamentablemente por cuestiones que no dependen del productor, como las señaladas por Baleta.
También tenemos que tener en cuenta que la remolacha ya no es un cultivo estacional “porque el cliente puede obtener materia prima del mercado mundial en todo momento”.
En cuanto a la situación en nuestro país, España es un país deficitario de azúcar, nuestro consumo no se va cubierto con la producción nacional: 515 mil de toneladas frente a 1,4 M de consumo. Por contra, países como Brasil tiene una situación excedentaria, convirtiéndose en el gran exportador de azúcar mundial.
¿Y ahora qué? “Los retos futuros que pueden afectar al mercado vienen marcados por los acuerdos con Mercosur y Ucrania”, señalaba.
“Unos precios altos ayudarán a garantizar a largo plazo el cultivo y el suministro, y con ello la no dependencia de las importaciones. La paridad de importación debe considerarse como clave de ello”, ha concluido.
Acor garantiza 55 euros por tonelada
Durante el encuentro, Acor, en boca de Óscar Olivar, responsable del Servicio Agronómico y de Cultivos, ha trasladado las condiciones de contratación para la campaña 2025/2026: 55 euros por tonelada. Si bien, esta cifra no incluye los 2 euros por tonelada equivalentes por la valoración media del incremento del peso (corona).
Tal y como ha señalado Olivar, asistimos a una campaña histórica para la compañía, con 12.150 hectáreas. Actualmente se han arrancado ya más de 8.400 hectáreas.
Unos años marcados por una situación sanitaria compleja. “Desde Acor, le hemos transmitido al Ministerio la situación de afección de las plagas. Su respuesta ha sido positiva a la aprobación de usos excepcionales”, ha explicado.
Olivar también ha puesto de relieve el Plan de Renovación de maquinaria puesto en marcha desde la compañía para favorecer el avance tecnológico del sector.
Semillas y fotos: soluciones al cultivo
Más allá del comportamiento de los mercados, hay otras cuestiones que generan incertidumbre en el sector, como la prohibición en el uso de materias activas, que dificulta la lucha contra enfermedades y plagas, o la riqueza, de la que tanto estamos hablando en los últimos tiempos.
A esta y otras cuestiones ha tratado de dar respuesta la mesa: “semillas y fitos: soluciones al cultivo”, moderada por el director de la Revista Campo, Máximo Gómez.
“La solución de los problemas de riqueza o el tratamiento de plagas y enfermedades pasa indiscutiblemente por la investigación y la mejora genética”, tal y como ha explicado Ángel González, de KWS.
Sobre esta cuestión también ha hablado José Antonio Sánchez, de SES Vanderhave: “trabajamos en diversos proyectos de mejora genética y en variedades de remolacha y otros cultivos más eficientes en el uso del agua”.
Sobre el Conviso, Sánchez opinaba que ha sido una explosión excesivamente fuerte y “por eso la gente puede tener una sensación de que los rendimientos han sido bajos”. “Creo que es una muy buena herramienta, pero que en algunos casos se ha utilizado por ser un método cómodo y normalmente la comodidad cuesta dinero”, afirmaba Sánchez.
“Las empresas de semillas y fitosanitarios hemos acelerado la carrera para poder dar solución a los problemas que nos han sobrevenido”, ha concluído.
Ignacio Tobalina, de Bayer, se refería a la importancia “de invertir tiempo y recursos en defender lo que hay, al menos así lo entendemos desde nuestra compañía. Lo positivo es que las empresas estamos ahí, buscando soluciones para el sector”.
Tobalina ha destacado las grandes consecuencias para el sector europeo surgidas a raíz de la pérdida de los neonicotinoides. “Nosotros seguimos desarrollando soluciones para el cultivo de la remolacha. El fruto de ese trabajo ya está dando resultados”, ha explicado.
También ha destacado la aprobación en Finlandia de la Butira y que “seguramente permita incorporar de nuevo un neonicotinoide en la semilla en el resto de países de la UE”.
Por su parte, Rubén del Val, de la compañía Adama, ha señalado la necesidad de que todos los agentes implicados vayan en la misma dirección. “Para enfrentarnos a las plagas, las enfermedades y las malas hierbas hay que hacerlo de manera integral: la genética, las materias activas, pero también, la rotación de cultivos debe jugar un papel importante”.
“Hay futuro porque es un cultivo que sigue interesando a todos”
Esa cuestión ha concluido Jesús Posadas, el presidente de Acor, en su clausura.
Sobre las condiciones de contratación anunciadas para la próxima campaña, el presidente ha destacado que esta cifra supone una bajada de 4 céntimos, «una cantidad que está muy lejos de la baja del precio del azúcar que registra un 40%». «Creemos que es la apuesta que la cooperativa tiene que hacer por el socio», ha añadido.