La cosecha de cebolla se ha empezado a generalizar en las zonas productivas españolas con resultados muy dispares. Está siendo un año complicado, con buenas producciones en general, pero con muchas dudas en cuanto a los precios, sobre todo del producto que no está contratado.
La entrada de producto de países lejanos, como Chile, Senegal o Perú, provoca que los supermercados estén suficientemente cubiertos, y lo han sufrido las campañas de cosecha temprana en puntos de España como Valencia o Andalucía.
En el centro del país, las perspectivas son diversas, aunque casi todos coinciden en que la producción será buena, pese a episodios de malas hierbas que obligaron a posponer las siembras en junio.
Ruperto Mesas, agricultor de Cuenca, apunta que la cosecha de cebolla en su zona ya ha comenzado y que avanza a buen ritmo, con producción y con calidad. En su caso particular recoge cebolla amarilla, de la variedad Yakama. El producto contratado se paga entre los 18 y los 22 céntimos, mientras que en el mercado se está pagando bastante por debajo, entre 8 y 10 céntimos.
Rafael del Río, de Rubí de Bracamonte (Valladolid), ha sembrado este año cebolla de industria y se ha encontrado una situación bien diferente: no hay mercado y no encuentra demanda para su producto debido al excesivo stock, aunque por la zona se habla de compras a entre 8 y 11 céntimos. Eso sí, la contratada se paga a 17.
Del Río no ha empezado a cosechar, aunque Rafael Castaño, de Madrigal de las Altas Torres (Ávila), ya lo hizo a mediados de septiembre. En sus parcelas hay cebolla de industria y cebolla grano. Lamenta que los precios estén bajos, aunque él espera salvar sus márgenes ya que entrega la producción en la cooperativa.