Ricardo Ortega
El ataque ucraniano contra el puente que une Rusia con la península ocupada de Crimea, en el Mar Negro, ha llevado a Vladimir Putin a cerrar el corredor seguro para sacar materias primas desde Ucrania hacia las zonas más demandantes de cereal.
La amenaza de cerrar el corredor ha sido, durante más de un año, una herramienta habitual de chantaje ruso contra el resto del mundo, ejercido particularmente contra la Unión Europea.
Ahora se ha confirmado la amenaza y se abre un buen número de interrogantes. Los medios de comunicación señalan a los países de Oriente Medio y África como principales perjudicados, pero en realidad es España el país que más se puede ver afectado por la decisión de Putin.
España ha importado a través de este corredor 5,98 millones de toneladas de cereal, lo que supone el 18,2% de todo el grano que se ha exportado a través del Mar Negro.
De estos casi 6 millones de toneladas, más del 50% corresponde a importaciones de maíz y el 38% a compra de trigo. Estas cifras revelan que España es el principal importador de Europa de grano ucraniano, y el segundo del mundo.
¿Por qué ahora?
Oficialmente, el Kremlin alega que no se han cumplido algunas condiciones relativas al acuerdo, sobre todo en relación con la exportación de su propio cereal, la conexión de algunos de sus bancos al sistema de pago Swift o la apertura de la tubería de amoníaco del gasoducto Togliatti-Odesa, clave para la producción de fertilizantes nitrogenados.
¿Y España?
¿Cómo afecta a la economía española este penúltimo capítulo de la agresión rusa contra Ucrania?
Aunque es pronto para saberlo, el lunes ya bajaron ligeramente los precios internacionales. En cuanto a nuestro país, se da la circunstancia de que la cosecha de 2023 está siendo históricamente baja.
La escasez de grano podría disparar al alza el precio del maíz y de los cereales de invierno, y más teniendo en cuenta las noticias que llegan sobre la sequía en Norteamérica.
Pese a todo, la cosecha de cereal ha sido correcta en el resto de Europa y en otras zonas productoras del mundo.
Es evidente que la agricultura española debe seguir más atenta que nunca las noticias generadas en el escenario internacional.
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Imagen principal: Viewsridge