KWS bonificará con 25 euros por unidad de semilla al agricultor de remolacha que el año pasado sembró variedades Conviso Smart y este año vuelve a apostar por esta tecnología. Para el responsable comercial de la compañía en España, Santiago Felizia, esta iniciativa “es una forma de confirmar nuestra apuesta por el sistema Conviso Smart, pero sobre todo es una forma de premiar a los agricultores que fueron pioneros respecto a una fórmula que ha revolucionado la sanidad vegetal en remolacha”.
Así lo ha anunciado esta mañana Felizia durante la jornada técnica organizada por la compañía en La Bañeza (León), donde se ha confirmado que la raíz “sigue siendo una opción rentable en Castilla y León, además de ser muy necesaria desde el punto de vista de la rotación de cultivos”, según Felizia, quien destacó el “total compromiso” de la compañía por la remolacha, a pesar de la complejidad de un sector marcado por la reducción de las materias activas autorizadas en relación con la sanidad vegetal. También a pesar de la incertidumbre generada por el precio del azúcar en los mercados internacionales.
La jornada de La Bañeza estaba organizada por KWS para poner de manifiesto ese compromiso “tanto con el cultivo como con el agricultor”, con la presentación de nuevas variedades y de nuevas tecnologías para el manejo del cultivo, con vistas a las siembras de la próxima primavera.
También para la directora de Aimcra, Elba Rosique, la remolacha es una opción “rentable, competitiva y sostenible”. Ha intervenido en el encuentro para mostrar algunas de las claves de mejora del cultivo, donde Aimcra tiene mucho que decir. “Estamos aunando nuevas tecnologías a la experimentación en campo, ampliando las herramientas disponibles, para hacer de la remolacha un cultivo más llevadero para el agricultor y con asesoramiento más personalizado”, explicaba la responsable de la entidad.
Aimcra trabaja en proyectos como el control de la cercospora, el control de la amarillez transmitida por el pulgón, los costes del riego y en el uso eficiente del nitrógeno. También en la recomendación de variedades, cuyo listado para la campaña 2020/21 se harán públicas en pocos días.
Otro de los responsables de KWS, Gonzaga Hernández Zaballos, se ha mostrado optimista respecto al precio del azúcar en los mercados internacionales, “que ya está subiendo, y con una tendencia a que así siga”.
Zaballos ha hecho referencia a la guerra que se ha generado contra el azúcar y achaca la mala prensa actual “a las modas, como ya ocurrió con la carne roja o el aceite”. Además, “hay factores que afectan negativamente como los edulcorantes alternativos. Todo ello, hace que el consumo, aunque siga creciendo, se haya ralentizado. En 2002 creció el 3% y actualmente ha llegado al 1%”, ha lamentado.
Por su parte Samuel Gil, de Bayer, ha ofrecido una ponencia sobre ‘Control de malas hierbas en remolacha azucarera y manejo integrado’, donde ha repasado las ventajas que supone el sistema Conviso Smart, además de analizar dónde ha habido dificultades en la pasada campaña, con una serie de recomendaciones prácticas en relación con el uso del herbicida Conviso One.
En cuanto al control integrado de malas hierbas, Gil ha diferenciado aquellas malas hierbas que se controlan fácilmente respecto a aquellas “más difíciles”, con respecto a las que habrá que modificar los modos de actuación. De este modo, analizará diferentes estrategias, enfocadas hacia la rotación, tanto de cultivos como de manejo de suelo, sin perder de vista la rotación química.
Los herbicidas modernos representan un aporte fundamental a la agricultura actual, puesto que son efectivos, son seguros y representan un pequeño porcentaje del coste total de la producción, ha concluido Gil.
La última ponencia corría a cargo de Javier Fuertes, de KWS, que se ha referido a la investigación sobre variedades adaptadas a las exigencias medioambientales. Ha analizado algunas líneas abiertas por los investigadores, como la resistencia a la amarillez virosa, puesto que, “dada la creciente prohibición de materias activas, la compañía ha acelerado los procesos de investigación y obtención de nuevas variedades”, de modo que a medio plazo se puedan sacar al mercado variedades resistentes a la virosis y que, por lo tanto, no demanden tratamientos insecticidas.
En la misma línea, KWS también trabaja para la obtención de variedades resistentes a la cercospora, “lo que se traducirá en un menor uso de fungicidas”, apunta Fuertes.
También destacará la importancia de obtener variedades resistentes a las sulfonilureas, “sobre todo teniendo en cuenta que merced a la normativa europea cada vez se va a emplear menos herbicidas y menos cantidad de materias activas por hectárea”. Precisamente, el Conviso One es un herbicida posemergente de amplio espectro para variedades de remolacha tolerantes a inhibidores de ALS. “Controla diversas malas hierbas gramíneas y dicotiledóneas presentes en los campos de remolacha”, ha recordado el representante de KWS.