La cooperativa Acor sigue celebrando sus asambleas locales en las diferentes comarcas productoras de Castilla y León, en cuyo desarrollo los responsables de la entidad han analizado las perspectivas para el año que viene, con una bajada muy acusada del precio del azúcar.
Los encuentros están sirviendo para analizar la campaña de recogida, ralentizada por las lluvias pero que se espera terminar en la fecha prevista (en torno al 15 de enero), y sobre todo para dejar claro al socio que se mantiene inamovible el compromiso de que reciba 42 euros por tonelada de remolacha tipo, al margen de cuál sea la evolución del mercado.
De hecho, el compromiso era el de mantener esos ingresos hasta 2020, cuando estaba previsto que finalizara el marco de la actual PAC. Sin embargo, dadas las noticias de que esa política agraria podría prolongarse durante dos o incluso tres años más, Acor ha decidido llevar a su próxima Asamblea General la decisión de extender esos ingresos en la misma medida.
El año pasado la planta de Olmedo obtuvo una producción de 150.000 toneladas de azúcar y la cooperativa mantiene el objetivo de alcanzar las 180.000, aunque esa meta, fijada en su Plan Estratégico para el año 2020, se flexibiliza en los plazos y se prevé para un año después. La máxima capacidad de producción de la fábrica es de 210.000 toneladas.
Como consecuencia de la caída en el precio del azúcar, Acor ha registrado una caída de los ingresos de 129,6 a 101 millones de euros, lo que se ha traducido en unas pérdidas superiores a los tres millones de euros.