Una década después, la ministra saluda la nueva etapa que se abre el año que viene, en la que se incrementará la competencia en el seno de la Unión Europea y los precios de viejo continente se aproximarán a los de los mercados internacionales.
La “oportunidad” que se abre con ese escenario de final de las cuotas obliga al sector a “jugar sus bazas positivas”, como el contar con los rendimientos más altos de la UE, las experiencias de riego a partir de la energía solar o el alto grado de tecnificación.
García Tejerina ponía punto final a una jornada de intenso debate, en la que se compaginó la opinión de la industria –representada por Acor y Azucarera– con las reivindicaciones de los productores, varios de los cuales tomaron la palabra a lo largo de las sesiones.
De hecho, la primera de las mesas -moderada por el director de CAMPO, Máximo Gómez- contó con el testimonio de tres profesionales: María José Villalobos, de Urdiales del Páramo (León); Borja Vara, de Ataquines (Valladolid), y Ernesto del Palacio, de San Román de Hornija (Valladolid). Durante la conversación se pidió a la administración que apueste por el cultivo y supere “las trabas que se pone a sí misma”, con medidas racionales sobre la factura eléctrica, las concentraciones parcelarias o las importaciones de productos transgénicos, que debería gravarse mediante aranceles.