Más de 400 profesionales agrarios acudieron en a la jornada ‘El riego con aguas subterráneas’ organizada por la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) en Medina del Campo (Valladolid). Entre los temas centrales, la incertidumbre suscitada tras las sanciones interpuestas por la Confederación Hidrográfica del Duero a los agricultores por regar parcelas limítrofes a las de la concesión del agua, la imposibilidad de legalizar los pozos anteriores a 1985 registrados en Minas y las ventajas e inconvenientes de crear una comunidad de Regantes de aguas subterráneas.
La jornada ha permitido a los agricultores de Castilla y León conocer la situación actual de la explotación de los acuíferos 13 y 17, de la mano de Javier Fernández, jefe del Área de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Duero, quien nos ha indicado que estos acuíferos a consecuencia de la sobreexplotación y a la dificultad de recarga, deben tener una especial vigilancia.
A continuación, Concepción Valcárcel, jefa de Área de Régimen de Usuarios y José Manuel Herrero, jefe de gestión del dominio público hidráulico de la Confederación Hidrográfica del Duero “nos trasladaron uno de los temas que más interés suscitaba entre el colectivo agrario: el funcionamiento de las Comunidades de Regantes y las ventajas e inconvenientes de su constitución”, como señalaron desde la organización.
Muchos agricultores están pensado en optar por esta figura, “pero existe una gran incertidumbre sobre su conveniencia”. La comunidad de Regantes puede ser una opción recomendada, aunque esta organización advierte que los agricultores deben estar correctamente informados y asesorados antes de su constitución.
Desde la Unión de Campesinos de Castilla y León se reclamó a la Confederación Hidrográfica del Duero, que mientras que las Comunidades de Regantes se forman, permitan a los agricultores el cambio de parcelas autorizadas por las no autorizadas para el riego con agua subterránea y que por supuesto, paralicen las sanciones que han interpuesto a los agricultores. “Tiene que existir un tiempo para la adaptación”, insiste la UCCL.
A la finalización de cada una de las ponencias se ha permitido un turno de preguntas para resolver dudas y cuestiones que permitió poner sobre la mesa la realidad a la que se enfrentan diariamente los agricultores de la región.