El incremento de la renta agraria se ha debido principalmente al buen comportamiento de la producción de la rama vegetal, con un aumento del valor de su producción de un 5,8%. Dicho aumento viene determinado por el notable ascenso de los precios (+13,3%), especialmente los de las frutas (+7,7%) y las hortalizas (+18,6%), ya que las cantidades producidas se redujeron en un 6,7%.
Es muy importante destacar que la renta agraria ha crecido a pesar de la caída experimentada en la producción del sector olivarero (-52,2%), causada por las condiciones climatológicas de la pasada campaña y por las características propias de este cultivo, con alternancia de temporadas de fuertes cosechas y otras de cosechas reducidas. De no haberse producido dicho descenso en la producción, el incremento de la renta habría sido muy superior.
Por su parte, la renta de la rama animal desciende un 1,5% respecto a 2014. En este caso, el aumento de la producción en un 4,8% (debido fundamentalmente al ganado bovino y porcino) se ha visto contrarrestado por un descenso del 6% en los precios percibidos.