spot_img

La publicación agraria líder

sábado, septiembre 27, 2025
spot_img
InicioFertilización"Si sube el precio de los abonos y no del cereal, lo...

«Si sube el precio de los abonos y no del cereal, lo vamos a pasar mal»

Las condiciones atmosféricas animan a realizar las coberteras en buena parte de España, mientras el agricultor vive con preocupación el anuncio de aranceles a los nitrogenados de Rusia y Bielorrusia. Los costes de producción no pueden crecer más

Marta Alcaide/ Ricardo Ortega

Los agricultores de secano siguen emparedados entre unos costes de producción que no dejan de subir y unos precios de venta que no les dan alegrías desde hace tiempo. En plena cobertera, los precios del fertilizante han vuelto a subir y podrían dispararse a partir del mes de julio, cuando en principio entrarán en vigor los aranceles aprobados por la Comisión Europea frente a las importaciones de nitrogenado de Rusia y Bielorrusia.

Una vez más, el agricultor será quien pague los platos rotos de las guerras comerciales: nunca como hasta ahora el productor había tenido tantos motivos para acudir a los informativos y a la prensa especializada.

Las condiciones de temperatura y humedad son favorables en la mayor parte de la Península, lo que está animando a muchos agricultores a regresar al esquema clásico de abonar en fondo y realizar una o dos coberteras. Si el año acaba tan bien como ha empezado, habrá sido una inversión rentable. ¿O no?

Miguel Álvarez, agricultor de Ventosa de la Cuesta (Valladolid), adquirió el nitrogenado con antelación, lo que le salvó de tener que pagar 15 euros más por tonelada respecto al precio del año pasado. Empezó las coberteras antes de las lluvias de la primera mitad de febrero y retomará la labor en cuanto el suelo pierda algo de humedad. En todo caso, le preocupa su cuenta de resultados. “Si siguen subiendo los abonos y no suben los cereales, lo vamos a pasar mal”, lamenta.

Moderada recuperación

La fertilización se hace pensando en la producción de este año, pero también para que el suelo recupere su nivel de nutrientes después de dos buenas cosechas. Tras un descenso del 30% en el consumo de fertilizantes entre 2020 y 2022, por las condiciones climáticas adversas pero también por los precios, los fabricantes observan una moderada recuperación del consumo en 2025.

“Aunque aún no se alcanzan los niveles previos (5 millones de toneladas), se espera que la demanda de nitrogenados continúe creciendo esta primavera, impulsada por condiciones climáticas favorables”, subrayan desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes de España (ANFFE).

La entidad ofrece algo de contexto a la decisión de aplicar aranceles a Rusia y Bielorrusia: “La Comisión Europea ha publicado una propuesta de derechos de aduana aplicables a la importación de determinados productos agrarios de esos países, entre los cuales se incluyen los aranceles a la importación de fertilizantes nitrogenados y complejos”.

Durante los últimos años, los productores rusos de fertilizantes, que se benefician de un precio del gas muy bajo, han adoptado una agresiva estrategia de reducción de precios, exportando de manera creciente fertilizantes a Europa, “lo cual está amenazando muy seriamente la sostenibilidad a medio plazo de la industria europea”, señalan las mismas fuentes.

Si esta situación continúa, se pone en peligro la producción de fertilizantes en la UE y el uso de los productos rusos puede convertirse en una dependencia estructural, lo que amenaza “la independencia estratégica y, en última instancia, la seguridad alimentaria de Europa”.

El sector europeo de fabricantes de fertilizantes considera que las medidas arancelarias propuestas por la Comisión son muy positivas y traerían numerosos beneficios.

Aumentarían la autonomía de Europa en materia de fertilizantes y alimentos y permitirían que Rusia pierda la capacidad de influir en los precios. También se limitaría la dependencia respecto a productos que en muchas ocasiones no cumplen los estándares europeos, destinados a reducir las emisiones y promover alternativas más respetuosas con el medio ambiente.

Buscar el momento

Desde ANFFE se recuerda que una aplicación de fertilizantes bien planificada puede aumentar la absorción de nutrientes en un 20-30%. Por eso anima a prestar atención a la humedad del suelo. “Si la tierra está demasiado seca, los nutrientes no se disuelven adecuadamente y las raíces no los absorben. Por el contrario, si está demasiado húmeda, los nutrientes pueden perderse por lixiviación”.

Por ello, “es recomendable realizar una o dos aplicaciones en momentos óptimos de humedad”, aunque “también está la opción de emplear fertilizantes de liberación lenta en caso de lluvias frecuentes”.

Por su parte Carlos Valencia, director de Suministros Agrarios del Grupo AN, subraya que al margen de las circunstancias el agricultor profesional suele recurrir al esquema de abonado de fondo más una o dos coberteras. Eso sí, los precios son un 10% mayores que en diciembre y el agricultor los asumirá “si se siente respaldado por el buen estado del cultivo y por el precio al que podrá vender el cereal; pero es muy importante que se den esas dos condiciones”, advierte.

Carlos Valencia, de Grupo AN.

“En este momento hay mucha demanda de abono y, si todo va bien, cabe prever una buena campaña”, señala, aunque no se muestra tan optimista a medio plazo: “Los aranceles aprobados por la Comisión acabarán provocando que haya menos oferta y, en consecuencia, que suban los precios”.

Mirar más allá

De forma paralela, la agricultura europea sigue mirando más allá de la fertilización que podemos considerar convencional. Mikel Domínguez, de Timac Agro, destaca que la experiencia demuestra que el uso de productos especiales y bioestimulantes “ayuda a disminuir la utilización tanto de fertilizantes convencionales como de tratamientos fitosanitarios”.

Por eso la compañía defiende que el agricultor se apoye cada vez más en estas nuevas tecnologías y en el asesoramiento por parte de expertos para su correcta aplicación. Una nueva mirada que incluye “multitud de prácticas que pueden ayudar al productor a mantener en buenas condiciones el suelo, como las rotaciones o las estrategias de agricultura de conservación”.

Mikel Domínguez, de Timac Agro.

Para él, cada vez se tienen más evidencias de que la agricultura del futuro pasa por cuidar el sistema suelo-planta, “en cuya salud y rendimiento los microorganismos juegan un papel clave”. En la actualidad, “existen multitud de productos o acciones que ayudan a mejorar la estructura y calidad del suelo, así como a incrementar las poblaciones de microorganismos beneficiosos que habitan en él, mejorando su salud y fertilidad”.

Por eso defiende el concepto de “agricultura orgánica”, que lleva intrínseca “la necesidad de incidir sobre factores que van más allá de la propia planta”. De ahí el desarrollo de productos que, “además de enfocarse en los nutrientes del suelo, buscan mejorar su salud y estructura, y también potenciar las poblaciones de microorganismos”.

Cuidar el suelo

Tanto las estrategias sanitarias como de fertilización han dejado de ver el suelo como un mero soporte físico para convertirlo en uno de los grandes protagonistas. Camino García, directora general de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA), destaca que hay que cuidarlo “de forma integral”.

Camino García, de AEFA.

“Es vital un correcto manejo mediante uso de abonos orgánicos, con la rotación de cultivos, estableciendo cultivos de cobertura… y con un aporte correcto de nutrientes que mantengan un equilibrio adecuado”, destaca. Además, “el manejo del microbioma del suelo potenciado con el uso de bioestimulantes ha demostrado que es un factor determinante a la hora de mantener el equilibro biológico”.

“Es necesaria una gestión integral del suelo que incluya prácticas culturales, biológicas y tecnológicas para garantizar un suelo vivo y funcional”, recalca.

Fertilización orgánica

Camino García defiende las ventajas que aporta la fertilización orgánica, que además de ser “altamente sostenible” mejora notablemente la estructura del suelo, con lo que se promueve una mayor retención de agua y aireación, además de fomentar la biodiversidad del suelo. Gracias a todo ello “disminuye la erosión y degradación del suelo”.

Javier Puchades, de SEIPASA.

También aboga por ese abono orgánico Javier Puchades, de Seipasa, que destaca “el desbloqueo de micro y macronutrientes esenciales para ponerlos a disposición de la planta” o el hecho de asegurar “que las partículas de arcilla sean capaces de captar elementos en forma de nutrientes para la planta, favoreciendo que no se adhieran a otros compuestos no esenciales”.

También permite “activar los sistemas de defensa natural de las plantas o la mejora del sistema radicular para estimular el desarrollo del cultivo y ayudarlo a superar episodios de estrés.

“En el cuidado del suelo no solo intervienen las labores que realizamos, sino también qué tipo de tratamientos aplicamos y qué efectos tienen sobre los millones de organismos que lo habitan”, subraya. En ese sentido, “es fundamental que cada cierto tiempo los agricultores analicen el contenido de los suelos que trabajan.

Según datos de la UE, el 60% de los suelos no está en buenas condiciones a causa de la pérdida de materia orgánica, la erosión o la excesiva compactación.

Imagen principal, el agricultor Miguel Álvarez, de Ventosa de la Cuesta (Valladolid).

NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img