La reserva del Duero alcanza el 59,2% de su capacidad para el riego en Castilla y León, tal y como se desprende de los datos publicados este mismo lunes por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Además, ya se supera el porcentaje registrado el pasado año (58,3%).
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Según datos del Mapama, los embalses de la cuenca del Duero almacenan más de 3.700 hectómetros cúbicos de agua y la reserva se sitúa así al 49,3% de su capacidad. Un dato más que destacando teniendo en cuenta que hace tan solo una semana era un 8% menor.
Las intensas lluvias, la nieve y el deshielo de los últimos días han ayudado a este incremento que supera al de la media española y supone, sin duda, una muy buena noticia para el campo de Castilla y León.
Aún no alcanza los niveles del pasado año, en estas fechas, cuando la reserva total embalsada era de 4.242 hectómetros cúbicos, y tampoco se aproxima a la media de la última década, de 5.463 hectómetros cúbicos, sin embargo lo más importante es que las cifras crecen.
Por su parte, la reserva hidráulica española está al 53,7% de su capacidad total y los embalses disponen actualmente de 30.120 hectómetros cúbicos de agua, aumentando en la última semana en 3.813 hectómetros cúbicos (el 6,8 por ciento de la capacidad total actual de los embalses).
En un mes la situación de la reserva del Duero ha pasado del 32 al 59% de su capacidad
La Comisión Permanente de la Sequía de la Cuenca del Duero se ha reunido esta semana en la sede de la Confederación Hidrográfica del Duero, en Valladolid, para evaluar el volumen de agua existente en los embalses del
Estado en la demarcación, que asciende a 1.704 hectómetros cúbicos y supone el 59,2% de su capacidad, un punto más que hace un año, lo que representa además una significativa mejora desde el encuentro de febrero, cuando estaban al 32,9%.
Las sucesivas borrascas atlánticas que han barrido la demarcación desde finales de febrero han permitido que las reservas de agua hayan experimentado un incremento relevante, ya que, resaltan, “solo en los últimos ocho días se han registrado entradas de 381 hectómetros cúbicos” y entre las que sobresale el embalse de Santa Teresa en el Tormes, con una aportación media de 216 metros cúbicos por segundo durante la última semana.
Durante la reunión se ha aprobado una propuesta para exigir el uso de contadores para racionalizar la gestión del agua disponible y mejorar el aprovechamiento
Persiste la inquietud respecto a los sistemas Carrión y Pisuerga-Bajo Duero. El primero de ellos suma 85 hectómetros cúbicos entre Camporredondo y Compuerto, algo más que en 2017 pero lejos del promedio de 120 hectómetros cúbicos, lo que representa un volumen escaso para llevar a cabo una campaña de riego normal. El mismo panorama existe en Pisuerga-Bajo Duero, ya que la reserva actual es de 119 hectómetros cúbicos en Requejada, Cervera y Aguilar, dato inferior al del año pasado y muy inferior al promedio de la década, establecido en algo más de 200 hectómetros cúbicos en estas fechas de marzo.
En cualquier caso, todas las zonas de riego tendrán una dotación de agua por hectárea que se va a determinar en las juntas de explotación recién iniciadas, y que confirmará la Comisión de Desembalse prevista para principios de abril según el agua disponible en los embalses.
A pesar de la mejoría experimentada, la cuenca del Duero continúa en situación de déficit hídrico, ya que los indicadores de febrero siguen igual que el mes anterior en los trece sistemas, si bien el cambio de tendencia por las intensas lluvias de la primera quincena de marzo fomenta el optimismo, y puede determinar la superación de este déficit hídrico a lo largo de la primavera.
En la reunión se ha aprobado una propuesta para exigir el uso de contadores para todos los titulares de concesiones, desde ríos regulados, de tipo segundo (entre 20.000 y 500.000 metros cúbicos de consumo al año), tercero (entre 500.000 y 1.500.000 metros cúbicos anuales) y cuarto (más de 1.500.000 metros cúbicos anuales), para racionalizar la gestión del agua disponible y mejorar el aprovechamiento.
Los interesados deberán comunicar a la CHD la lectura de caudalímetros los días 1 de abril, 1 de julio y 30 de septiembre, para computar los volúmenes consumidos por trimestre y la superficie regada, al multiplicar la dotación fijada por el número de hectáreas amparado en la concesión.