Marta Alcaide
El gobierno francés ha publicado un decreto que obliga a los restaurantes a indicar el origen de las carnes de cerdo, ovino y aves de corral. Esta medida amplía la normativa vigente desde el año 2002, que ya requería la indicación del origen de la carne, pero exclusivamente la de vacuno. Actualmente, esta medida se aplicaba exclusivamente en las tiendas, pero se ha ampliado a la restauración.
La ministra de Agricultura y Soberanía Alimentaria, Annie Genevard, destacó que «este decreto representa un importante paso adelante en materia de transparencia sobre el origen de la carne, reforzando así la confianza de los consumidores». Además, señaló que «supone un valioso apoyo para nuestros productores locales, al tiempo que resalta nuestras prácticas de cría y la calidad de los productos franceses».
El gobierno francés ha indicado que el nuevo decreto responde a la petición de agricultores y ganaderos, consumidores y restauradores. Los ganaderos ven en esta normativa una oportunidad para poner en valor la calidad de su producción y diferenciarla en el mercado. Los consumidores podrán tomar decisiones informadas, priorizando productos de origen nacional, reconocidos por su calidad y estándares sanitarios. Finalmente, los restauradores consideran que el etiquetado de origen refuerza la confianza en los productos franceses y les otorga un valor competitivo adicional.
Esta medida se enmarca en un contexto más amplio de promoción de la transparencia y apoyo a la producción local en Francia. Recientemente, Carrefour, una de las mayores cadenas de distribución en Francia, anunció que dejará de vender carne procedente de los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) debido a preocupaciones sobre el acuerdo de libre comercio en negociación entre la Unión Europea y estos países. Esta decisión refleja una tendencia hacia la priorización de productos locales y de alta calidad del el mercado francés.