Los cereales de invierno vuelven a cotizar en la Lonja de Salamanca cuando se ha considerado que había suficiente grano en los almacenes, en un escenario marcado por una cosecha algo corta y por la incertidumbre sobre la renovación del ‘corredor’ del Mar Negro.
El trigo blando con destino a pienso cotiza a 250 euros por hectárea y la cebada fija su precio a 232.
La avena, por su parte, se sitúa en los 280 euros y el triticale se estrena en los 240.
La Lonja de Salamanca también ha establecido un primer precio para la colza, con 405 euros por tonelada, y ha subido la paja en 6 euros por tonelada.
Estos movimientos son congruentes con los producidos ya en la semana pasada, cuando la cebada perdía 4 euros por tonelada en la Lonja de Segovia, hasta situarse en los 225 euros.
Al mismo tiempo, el trigo bajaba 2 euros y fijaba su precio en los 243 euros, mientras el centeno perdía 2 euros y establecía su ‘precio’ en los 220 euros por tonelada.
La avena repetía cotización en los 245 euros por tonelada y el girasol permanecía en los 385 euros.
La principal novedad estaba en la colza, que regresaba a la pizarra segoviana con un valor fijado en los 385 euros por tonelada.
En cuanto a los forrajes, el paquete de alfalfa perdía 5 euros y quedaba situado en los 270, mientras la paja empacada ganaba 5 euros hasta situarse en los 125 euros por tonelada.
Era el colofón de una semana singular, en la que el trigo volvía a cotizar en la Lonja de León, a un precio de 240 euros por tonelada. La cebada cotizaba a 220 euros y la colza a 395 euros.
En cuando a los forrajes, cotizaciones dispares con bajada de la alfalfa debido a un incremento de la oferta, después de que las lluvias hubiesen proporcionado un medio corte en secano que además ha coincidido con un buen segundo corte en regadío.
Sin embargo, continuaba el incremento del precio de la paja, que ante la falta de oferta está muy demandada.
En la Lonja de Zamora, el precio del maíz bajaba 6 euros de un solo golpe, mientras el resto de productos habituales en la pizarra sigue sin cotizar, en espera de la cosecha.
