
Tiempo de mercados muy pendientes de las decisiones que van adoptando las diferentes potencias y bloques geopolíticos.
La actualidad más inmediata está marcada por el abaratamiento del dólar. El cambio con el euro ha pasado de 1,03 a 1,09, lo que se traduce en que todas las importaciones que Europa haga en dólares son un 6% más baratas. Ya se está notando en el mercado español.
Al mismo tiempo, el informe del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) publicado en la segunda semana de febrero revisaba a la baja las existencias mundiales de trigo, aunque en esta ocasión el estudio resultaba bastante neutral para la evolución de las cotizaciones.
Hay quien señala que ese estudio ya parece prever el conflicto arancelario entre EEUU y China, de modo que reduce la previsión de importaciones de maíz y trigo por parte del gigante asiático.
Otra de las razones está en el aumento de los niveles chinos de stock interno, si bien conviene recordar que la información procedente de aquel país se debe coger con pinzas, puesto que siempre está marcada por la falta de transparencia y por manejar la información en función de sus intereses.
MERCADO PARADO
En medio de la tormenta, el mercado nacional continúa bastante parado, con mucha mercancía que sigue retenida en manos del agricultor. Un grano que va a aflorando poco a poco aunque, eso sí, en caso de que la oferta suba de forma sostenida y la demanda continúe en niveles bajos, los precios pueden acelerar su caída.
De hecho, se puede decir que si los precios no han caído más hasta la fecha ha sido por el diferencial entre los almacenes del interior y los del puerto, que permanecen en niveles aún elevados. Lo mismo cabe decir de sus reposiciones.
Las coberturas a partir de marzo están bajas por parte de los fabricantes. Veremos si el mercado se reactiva en función de cómo se comporte el año agrícola. Por el momento, las siembras han ido bien en el conjunto de España y Europa. Cabe prever una buena cosecha y esa expectativa puede hacer que el mercado vaya cediendo poco a poco hasta junio.
EL PRECIO DEL FERTILIZANTE
En estas semanas se están empezando las coberteras. El precio de los fertilizantes continúa su trayectoria ascendente como consecuencia de la posición fortalecida del dólar, del precio del amoniaco, que sigue al alza, y de los aranceles que podría aprobar la Unión Europea frente a las importaciones desde Rusia y Bielorrusia.
Desde el sector fabricante de abonos se aprecia una recuperación moderada en el consumo, aunque aún no se alcanzan los niveles tradicionales, cuando España empleaba cinco millones de toneladas en un año. Con todo, se espera que la demanda de nitrogenados continúe creciendo esta primavera, impulsada por condiciones climáticas favorables.
De forma global, el conjunto de la economía continúa pendiente de la guerra política que se va definiendo entre los diferentes bloques, con los aranceles como principal herramienta de presión.