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martes, abril 30, 2024
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7.000 hectáreas de adormidera esperan a que el suelo esté en condiciones para la siembra

El cultivo regresa con normalidad después de un año de parón en la mitad norte de España. Castilla-La Mancha contará con cerca de 5.500 hectáreas y Castilla y León sumará unas 1.500

Ricardo Ortega

El calendario de siembras se retrasa para la adormidera en las principales zonas productoras de España, consecuencia de unas lluvias que han dejado gran parte de los suelos con exceso de agua.

Ya debería estar sembrada la provincia de Toledo, que acumula entre quince y veinte días de retraso, dado que en esta provincia es con diferencia donde más agua ha caído desde octubre.

El orden habitual nos llevaría después a la comarca de Campo de San Juan, en la provincia de Ciudad Real. El epicentro del cultivo podría ubicarse en la localidad de Cuatro Casas, tradicionalmente muy vinculada en el pasado al cultivo de remolacha.

Prácticamente al mismo tiempo le tocaría el turno al entorno de Albacete capital, y en ambas zonas el mes más propicio es el de febrero.

1.500 hectáreas en Castilla y León

La siguiente parada ya es en Castilla y León, donde toca esperar a que haya tempero. Fernando Martín, director agrícola de Alcaliber, apunta que las diferencias de suelo y clima dentro de la comunidad autónoma llevan a que las fechas de siembra se estiren durante un mes.

La suma global va a ser de cerca de 5.500 hectáreas en Castilla-La Mancha y de unas 1.500 en Castilla y León.

Para el responsable de la compañía, el dato más relevante es la fidelidad del agricultor con la compañía. El 85% de los que se han interesado por el cultivo son profesionales históricos, que han sembrado adormidera otros años.

Es una apuesta por este cultivo “seguro” que incluso pasa por encima del parón vivido en las siembras de 2023, obligado por un fuerte descenso en la demanda como consecuencia de la Covid. A raíz de la pandemia se hicieron menos operaciones quirúrgicas, lo que redujo fuertemente el empleo de anestesias, mientras de forma paralela caía el número de casos de gripe: menor demanda de antitusivos y antigripales.

Ventajas de la adormidera

Está claro que los agricultores se apuntan a los beneficios de un cultivo de venta asegurada y precio fijado en un contrato. “Siempre animo a los agricultores a que ‘apuesten’ con otras producciones, mientras dejan una parte de la explotación a un cultivo que les da la seguridad del nuestro”, señala Fernando Martín.

Seguridad en el precio, pero también en el manejo del cultivo. Los técnicos de Alcaliber visitan al agricultor casi de forma semanal, y entre ambos analizan la evolución del cultivo y las decisiones que hay que ir adoptando.

“El cultivo no es complicado, pero por ejemplo a la hora de sembrar hay que tener en cuenta que se trata de una semilla muy pequeña; hay que preparar el terreno de forma adecuada”, apunta Martín.

La adormidera se siembra en la misma parcela cada tres o cuatro años y el técnico de la compañía conoce la textura de ese suelo, su comportamiento o su historial de malas hierbas “gracias a esa relación de años”.

Necesidades de riego

La adormidera no demanda una cantidad de agua excesiva. Para el responsable agronómico de Alcaliber, el agricultor puede contar con una cantidad de agua de riego de unos 3.500 metros cúbicos por hectárea y año, aunque lógicamente todo dependerá de cuánta lluvia se produzca, y en qué meses.

El riego más importante es el de nascencia; se debe aportar agua varias veces a la semana y de forma muy suave, teniendo en cuenta que el tamaño de la semilla es muy pequeño.

¿Un cultivo mejorante?

Alcaliber y sector productor no han conseguido que las administraciones consideren a la adormidera un cultivo mejorante, a pesar de sus innumerables beneficios para el suelo.

Las raíces de la planta contribuyen a oxigenar la tierra y la cantidad de biomasa que queda en el suelo es muy grande.

Así lo apunta la experiencia de los agricultores, que ven mejorada su cosecha al año después de cultivar adormidera. De hecho, los estudios realizados hace años en Andalucía destacaban que el trigo da un 15% más después de este cultivo.

Fernando Martín lamenta que este cultivo quede fuera del listado de los mejorantes para los ecorregímenes de la PAC, pero también anima a “pensar más allá” y valorar la ‘amapola blanca’ por los beneficios agronómicos que suponen para las parcelas.

Materia orgánica

El agricultor José Ramón Díaz de los Bernardos apunta que este cultivo estaba en consideración por el gobierno de Castilla-La Mancha para ser incluido como mejorante en la nueva PAC.

Se trata de un cultivo que mejora las características del suelo y su fertilidad, y que aporta nutrientes al cultivo siguiente. “Mejora la estructura porque tiene mucha materia orgánica y aumenta la porosidad, y hace que los cultivos siguientes sean más productivos; de ahí el hincapié del gobierno de incluirlo como mejorante”, señala.

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