La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos va a insistir al Gobierno en la necesidad de escuchar a los productores de tabaco en el desarrollo del Plan Integral frente al Tabaco que prepara, con la participación de varios ministerios como el de Sanidad y el de Trabajo.
UPA cree que se debe compatibilizar la “inexcusable” lucha contra el tabaquismo con la protección a un sector productivo como es el del tabaco, que tiene una gran importancia social, sobre todo en Extremadura.
La organización se ha dirigido a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para recordarle que el número de empleos directos e indirectos en el sector asciende a unos 17.000, y que 1.500 explotaciones siguen viviendo del cultivo, un 95% de ellas en Extremadura. En esas 10.000 hectáreas de cultivo se producen unos 30 millones de cultivo al año.
Según la organización, el Plan frente al Tabaco debe contemplar que muchas pequeñas empresas auxiliares y autónomos trabajan de forma indirecta en el sector.
Por otro lado, las empresas de primera transformación, con dos fábricas y ocho centros de recepción y almacenamiento de tabaco, dan empleo directo a más de 400 trabajadores.
Esas actividades de cultivo y primera transformación contribuyen de manera esencial a la fijación de la población en las comarcas tabaqueras.
Por ello, para llevar la voz de los productores de tabaco ante el Gobierno, UPA ha pedido una reunión a los organismos que están trabajando este tema, para que su situación sea respetada y apoyada.