Aitana Sánchez
La Hacienda de Santa Cruz de La Rinconada ha acogido la celebración del II Encuentro Agroprofesional de la Patata, una cita que ha reunido a más de un centenar de agricultores y técnicos para debatir sobre el estado actual del cultivo, las amenazas sanitarias y los retos de la sostenibilidad agraria.
Organizado por la Revista Campo, el evento ha arrancado con una visita a las instalaciones de Patatas Arrebola, donde los asistentes han conocido de primera mano el proceso de producción y manipulado de este cultivo clave en la vega del Guadalquivir.
La jornada ha contado con intervenciones de expertos, como Alejandro Sanz, de Corteva, quien ha presentado una innovadora solución agronómica basada en cuatro cepas de Bacillus, microorganismos que mejoran el rendimiento del cultivo desde la raíz. “El futuro pasa por sacar el máximo partido al suelo con soluciones sostenibles y biológicas”, ha subrayado.

La ponencia de Xavier Moncosí, de Lainco, se ha centrado en el mildiu, la enfermedad fúngica que ha afectado gravemente a la campaña 2025. Moncosí ha advertido de la falta de herramientas efectivas para su control y defendió la necesidad urgente de adoptar estrategias innovadoras.
El evento también ha servido para debatir sobre la rentabilidad de la agricultura sostenible con Francisco Romero, de Fertinagro, y para poner el foco en la salud del suelo, de la mano de Francisco Pérez, de Alltech Cropscience Iberia.
Romero ha comparado diferentes modelos tradicionales de fertilización con el propuesto por Fertinagro, que permite reducir la huella de carbono en un 60% sin reducir los rendimientos. “Esto permite al agricultor ahorrar 92 euros por hectárea, por el ahorro en impuestos”, ha señalado, antes de recordar que, adicionalmente, “el agricultor puede participar en un programa de créditos de carbono, que supone un ingreso más”.
La referencia a los impuestos está relacionada con el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM por sus siglas en inglés), una tasa impuesta por la UE a las importaciones de determinados productos que no se han obtenido con las mismas exigencias ambientales que los producidos en Europa. Será obligatoria el 1 de enero de 2026.

Por parte de Alltech, Francisco Pérez recordaba que la base de un cultivo rentable y sostenible “empieza por el suelo”. Desde la compañía norteamericana llevan años trabajando en estrategias “que promuevan un equilibrio del microbioma del suelo, donde predominen los microorganismos beneficiosos frente a los patógenos”.
La compañía ha desarrollado métodos avanzados de análisis que permiten medir la actividad enzimática generada por los microorganismos. Esta información se traduce en un índice biológico de fertilidad, “un indicador clave de la vitalidad y funcionalidad del suelo”.
La mesa redonda moderada por el director de la Revista Campo, Máximo Gómez, ha permitido un intercambio de opiniones entre expertos, agricultores y representantes de empresas, en torno a un futuro marcado por los desafíos climáticos, el mercado y la innovación agronómica.
La jornada ha concluido con una visita a las instalaciones de Contagri, en Aznalcázar, empresa recientemente galardonada con el Premio Nacional de la Sostenibilidad 2025, ejemplo de cómo el compromiso ambiental puede ir de la mano del rendimiento económico.
Con 1.200 hectáreas dedicadas a la patata nueva, La Rinconada lidera la producción en la provincia de Sevilla. A pesar de las dificultades meteorológicas, se espera que la calidad del tubérculo siga siendo excelente, gracias a las condiciones privilegiadas de la vega del Guadalquivir.