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InicioDESTACADA¿Ha llegado la enfermedad Stolbur a la patata española?

¿Ha llegado la enfermedad Stolbur a la patata española?

Zonas productoras del sur de Alemania han perdido hasta el 70% de la producción del tubérculo. Mientras los agricultores germanos reclaman una autorización excepcional de “productos eficaces” son muy pocas las voces que alertan sobre esta enfermedad en España

Ricardo Ortega

Nuevo aviso de los efectos devastadores del Stolbur (o punta morada) en Alemania, en cultivos como la patata o la remolacha azucarera.

La enfermedad está causada por un fitoplasma, el Phytoplasma Candidatus solani’, que al infectar a una planta esta empieza a marchitarse y sus raíces y tubérculos adquieren una consistencia gomosa.

Esto no solo reduce el rendimiento, sino también la calidad, entre otras razones por un menor contenido de azúcar. En casos de infestación grave, además, la remolacha o la patata no son almacenables ni procesables.

La enfermedad ya es casi una plaga bíblica en el estado alemán de Baden-Württemberg, al sur del país, y lo peor es que ya se ha extendido a otros territorios, según ha denunciado en declaraciones a Euronews el presidente de la Asociación Alemana de Agricultores, Joachim Rukwied.

El consultor Fernando Alonso destaca que el problema haya saltado a los medios alemanes “mientras en España nadie le presta atención ni habla de ello”. De hecho, destaca que en relación con los problemas fitosanitarios “hay tradición en muchos países de esconder la situación real hasta que explota y ya no se puede ocultar”. “Hay muchos ejemplos de situaciones vividas”, recuerda.

Para Alonso, toda Europa está en una situación similar y “aquí, en España, llevamos muchos años viendo el problema y nadie dice nada”. “Llevo años diciendo que las faltas de nascencia y las patatas raquíticas se achacan a problemas meteorológicos, pero en muchos casos el problema es el Stolbur”, recalca.

El Stolbur es una ‘nueva’ enfermedad de la patata europea. El fitoplasma responsable es propio de climas tropicales y subtropicales y si ahora está en Europa puede tener que ver con el cambio climático.

La bacteria ‘Candidatus Phytoplasma solani’ se transmite a las plantas a través de las picaduras de un insecto llamado cigarra, chicharra o saltahojas. Este insecto vector es necesario para propagar la enfermedad, puesto que se ha detectado que el microorganismo se puede reproducir en su interior.

Berta Redondo, secretaria general de Europatat, acudió en enero al Congreso Internacional de la Patata, celebrado en El Carpio (Valladolid) con una advertencia sobre las amenazas a la sanidad que surgen en diferentes puntos del continente. “Las tres que más preocupan son el fitoplasma Stolbur (muy presente en países como Hungría), el alfilerillo y el tizón tardío”, subrayaba.

Por eso Europatat participa en diferentes programas de investigación sobre sanidad, como el proyecto POMATO, que busca fórmulas para prevenir los ataques de ‘Clavibacter sepedonicus’ y ‘Ralstonia solanacearum’ en patata y tomate, y que está coordinado por el Grupo de Polímeros de la Universidad de Burgos.

Por el momento, los agricultores alemanes han solicitado la aprobación de una autorización de emergencia “de productos fitosanitarios eficaces”.

Patatas lacias y con punta morada

Alberto Duque, agricultor de Castroverde de Cerrato (Valladolid), recuerda que hace cuatro años un grupo de agricultores sufrió un ataque de Storbul. Así fue identificado por el laboratorio de referencia para plagas y enfermedades de Valencia.

«No sirvió de nada la queja ante la empresa de semillas y eso que era única y exclusivamente una variedad, que presentaba los síntomas de patatas lacias, puntas moradas y tuberización de patatillas».

«No sirvió de nada la reclamación ante la empresa certificadora, que dijo que esa enfermedad no se transmite por la semilla», señala. Precisamente, «fue Fernando Alonso el primero en identificarla y hablarnos de que las cicarelas son las portadoras e inoculadoras de la enfermedad».

En aquella ocasión, «nadie del ministerio ni de ningún organismo, incluida la Junta de Castilla y León, habló de que pueden ser enfermedades de cuarentena, aunque sí están declaradas de ese modo en otros países».

«Yo entiendo que esta enfermedad tiene varios síntomas y uno de ellos es el desamparo que tenemos los agricultores por parte de las administraciones», recalca.

Como subraya Duque, una patata de siembra infectada por este patógeno da una planta «que nace y se desarrolla hasta la floración sin ningún problema aparente; luego cae, se ponen las puntas moradas y la planta empieza a languidecer».

Al cosechar, «las patatas están lacias y es muy difícil seleccionarlas tanto en máquina como en recogida a mano, con lo cual la pérdida es muy importante», recalca.

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