Éramos pocos y… llegaron las heladas. En algunos casos de tres grados bajo cero. Y combinadas con vientos que superan con creces los 30 kilómetros por hora, después de meses de sequía y elevadas temperaturas.
Borja Vara, de Ataquines (Valladolid), destaca que en su pueblo ha habido tres noches seguidas de heladas, con un grado bajo cero, medio bajo cero y uno sobre cero. El frío se ha dejado notar en la planta de la patata, pero “aún es pronto” para saber cómo puede afectar al desarrollo de la planta y su tubérculo.
Frutales y frutos de cáscara
Obdulio Barba, que trabaja entre la comarca de Toro y la zamorana Tierra del Pan, dice que es un año para olvidar. Las heladas se han hecho notar en la zona y han afectado sobre todo a los cultivos leñosos. En la zona de Toro hay frutales, que han acusado las bajas temperaturas, y también proliferan los frutos de cáscara, sobre todo almendro y pistacho.
La remolacha no está como otros años, y es que se le junta todo. Además del mal tiempo, hay que tener en cuenta que su semilla no se pudo tratar con neonicotinoides. “Hemos tratado tres veces con insecticida y sigue sin desarrollarse como otros años”, lamenta.
En la zona de Tiedra (Valladolid) las tormentas del primer fin de semana de mayo fueron de agua y granizo y destrozaron parte de la remolacha.
El viento seca el cereal
En la Tierra del Pan, el cereal “ha estado muy afectado por el calor, luego por las heladas y ahora por el viento, que supera los 30 kilómetros por hora y que es aún peor que el calor por cómo seca el cultivo”, señala Obdulio Barba.
Poca producción van a poder obtener los agricultores, después de un año en el que muchos de los insumos han duplicado su coste. “Y con unos precios que siguen cayendo en las lonjas”.
La colza, por su parte, está en un año raro, en el que “la floración ha durado muy pocos días”. Habrá que ver cómo se traduce a la hora de cosechar.
¿Y a partir de ahora? Se ha sembrado prácticamente todo el girasol, pero se ha hecho sin la esperanza de obtener cosecha. Solo por cumplir el ecoesquema. También ha pasado con cultivos como el garbanzo o el guisante, que se sembraron obligados por la PAC y ahora la planta no alcanza ni los 20 centímetros.
Por eso hay agricultores que han decidido no sembrar más, “aunque con ello renuncien a parte de las ayudas”.
Viñedos bajo cero
Miguel Álvarez trabaja entre Matapozuelos y Ventosa de la Cuesta, ambas dentro de la DO Rueda. La plantación de verdejo que tiene entre los ríos Eresma y Adaja ha quedado muy afectada por las heladas, que en algún momento han alcanzado los tres grados bajo cero.
El frío ha afectado a la planta, sobre todo en parte baja. Ha dado parte a Agroseguro y los peritos visitarán la parcela la semana que viene.
Miguel ha sembrado patata de la variedad agria, que cosechará a principios de septiembre. Aunque el cultivo está bien, su desarrollo se ha frenado mucho por las bajas temperaturas, “con lo que después le va a costar arrancar de nuevo”.
La colza de regadío está bien, pero los trigos especiales van a tenerlo difícil para dar una producción importante. “Tendremos kilos porque es un cultivo que podemos regar, pero la planta no está igual de desarrollada que cuando acompañan la temperatura y la lluvia”, apunta.
También destaca que Fuente el Olmo de Íscar, en la provincia de Segovia, está viendo sus patatas muy afectadas por la “combinación letal” de bajas temperaturas y fuertes vientos.