Los efectos del cambio climático en forma de sequía y fenómenos atmosféricos extremos han mermado las producciones de muchos cultivos y han puesto de manifiesto, una vez más, que la oferta de alimentos a precios asequibles no se puede dar por garantizada.
Gabriel Trenzado, director general de Cooperativas Agroalimentarias de España, apunta que estas cuestiones presentes influyen en las decisiones del futuro, “pero no nos pueden desviar de nuestro objetivo, que no es otro que mejorar la rentabilidad de las explotaciones del millón de familias vinculadas a las cooperativas, de las propias cooperativas y del entorno rural que dinamizan económicamente y gestionan medioambientalmente”.
Ante este contexto cambiante, las cooperativas siguen siendo el único modelo que ofrece una respuesta colectiva y eficiente a los problemas de las explotaciones socias, y muchas veces de las que no lo son. Las cooperativas comercializan el producto, aportan valor, mejoran la eficiencia en el aprovisionamiento de los medios de producción, ayudan a la internacionalización, cuentan con profesionales que asesoran tanto en la producción como en la incorporación de nuevas tecnológicas o actividades, como la producción de energías renovables o las posibilidades que ofrece la bioeconomía, un sinfín de actividades que un productor por sí solo no podría llevar a cabo.
Una estrategia basada en las personas
A todo lo anterior se une que la estrategia empresarial de las cooperativas se basa en las personas y no en una rentabilidad a corto plazo que beneficie a los que viven lejos de las zonas productoras. “Nuestras empresas son plenamente conscientes de que, sin personas y sin base social, el modelo cooperativo no tiene sentido; de ahí que las iniciativas de relevo y de mayor incorporación de la mujer sean claves para el futuro”, recalca Trenzado.
Las cooperativas generan empleo estable, continúan creciendo en facturación y dimensión, lo que facilita la incorporación de la innovación y la digitalización para afrontar el futuro, “pero también, cada vez son más los jóvenes y mujeres que están dando un paso adelante y forman parte de los órganos de decisión de nuestras empresas, con una visión nueva y complementaria”, subraya.
Creando empleo
El cooperativismo agroalimentario en España agrupa a más de un millón de familias socias, en 3.669 cooperativas, que facturan 38.428 millones de euros al año. Según las cifras del Observatorio del Cooperativismo Agroalimentario Español, las cooperativas siguen incrementando el empleo, un 3,3% con respecto al ejercicio precedente, hasta alcanzar un total de 123.700 personas trabajando en estas empresas, un 46% de ellas, mujeres.
Si ponemos el foco un poco más lejos y analizamos la tendencia de las cooperativas desde 2006, observamos que el empleo directo ha subido un 30%, lo que refleja el papel esencial de las cooperativas como motores económicos y generadores de empleo en los entornos rurales donde se asientan.
Las cooperativas siguen aumentando el empleo: un 3,3% con respecto al año anterior
Las casi 3.700 cooperativas cuentan con más de un millón de socios y muestran una tendencia positiva en creación de empleo directo y en una mayor presencia de mujeres en sus órganos de dirección. Además, resulta significativa su aportación a la economía nacional, con una facturación superior a los 38.000 millones de euros y unas exportaciones que han aumentado un 82% en la última década: más del 14% de las exportaciones del conjunto del sector agroalimentario español. En definitiva, las cooperativas agroalimentarias de España “son la columna vertebral de nuestro mundo rural y de la producción agroalimentaria de nuestro país”, según Gabriel Trenzado.
Soluciones fitosanitarias
Dentro de sus labores de interlocución con las administraciones públicas, Cooperativas Agroalimentarias de España ha reclamado a los gobiernos de la UE “soluciones fitosanitarias” para sus producciones y la aplicación “inmediata” del criterio de reciprocidad sobre las importaciones de terceros países, que entran en la Unión Europea con ventajas competitivas.
La entidad ha vuelto a poner en evidencia que las carencias de tratamientos fitosanitarios eficaces es un “factor limitante” para la actividad hortofrutícola en la UE. Por eso reitera la necesidad de una estrategia coordinada y eficaz que optimice las herramientas que aún ofrece Bruselas para disponer de medios de lucha contra plagas y enfermedades.
Es necesaria una estrategia coordinada y eficaz en el uso de fitosanitarios
Además, reclama que no se desautoricen más materias activas o productos mientras no exista una alternativa eficaz “y que todas las administraciones inviertan medios y presupuesto en la búsqueda de esas soluciones alternativas”.
Claves para la transición energética
Gabriel Trenzado ha analizado el papel de las cooperativas en la consecución de una energía asequible, segura y sostenible: “En los últimos años hemos visto como las cooperativas están trabajando para reducir el uso y la dependencia de los combustibles fósiles. En España nuestras cooperativas están realizando importantes inversiones en industrias de biogás, en energía fotovoltaica, comunidades energéticas, etc., que reducen los costes energéticos para sus agricultores y contribuyen a luchar contra el cambio climático”.
Gabriel Trenzado también se refirió a los retos que hay que hacer frente para afianzar esta tendencia: mejorar la regulación, reducir la burocracia y priorizar las inversiones, teniendo en cuenta las especificidades de estas empresas, frente a otros modelos de negocio.
