Ricardo Ortega
La innovación es fundamental y permite aumentar la penetración en el mercado de los comercializadores de maquinaria «siempre que se dirija a mejorar la eficiencia y la calidad de vida del agricultor». Lo dice Javier Aguilera, director de Alfersán, la compañía que distribuye en toda España la maquinaria de la marca Grimme.
¿Cómo detecta el fabricante lo que demanda el profesional? Lo resume Aguilera, para quien la comunicación entre el agricultor y el encargado de los diseños es necesariamente bidireccional. “En numerosas ocasiones el cliente nos traslada sus necesidades, sus inquietudes sobre cómo debería desarrollarse el trabajo para ganar en comodidad y en eficiencia”, señala.
“Nuestra labor como asesores con muchos años de experiencia es la de interpretar las necesidades del agricultor y darles un nuevo enfoque, para ofrecerle la máquina que necesita, con la configuración que se ajuste mejor a su explotación; en su diálogo con nosotros y en el proceso de recibir la máquina y ponerla a punto el agricultor va dando forma a su manera de entender la actividad”, destaca.
“Siempre decimos que vendemos maquinaria, sí, pero que en el fondo somos consultores porque ofrecemos soluciones técnicas”, subraya. “Te doy aquello que se adapta a tu explotación porque llevo muchas décadas en el sector; tengo mucha experiencia en todas las zonas productoras de España, conozco muy bien tu explotación y además dispongo de una gama de producto muy amplia. Por eso te ofrezco el producto se adapta mejor a ti y el que te va a resultar más rentable”, apunta.
En sentido contrario, “nosotros recabamos todas las opiniones que recibimos de los productores y damos traslado de esa información a los fabricantes con los que trabajamos, como Grimme”. En numerosas ocasiones, “eso de lo que nos hablan no existe en el mercado, pero ya se está desarrollando en fábrica”.
Ese proceso de escucha y esa labor innovadora, que muchas veces se anticipa a las demandas del sector, “nos permiten seguir creciendo y liderando el mercado”. “Es lo que sucede cuando trabajas con marcas líderes, como sucede con Grimme en el caso de la patata”, recalca.
Uno de los elementos innovadores que partió del propio equipo del fabricante alemán fue el sistema AirSep de las cosechadoras de patata, un separador idóneo para suelos pedregosos. Utiliza una corriente de aire para separar los desperdicios respecto al flujo de patata, “una separación eficaz de piedras y terrones húmedos que permite un ahorro de personal de clasificación”, destaca Aguilera.
Otro ejemplo reside en la innovación para mejorar el trabajo durante la cosecha, “para que máquinas tan tecnológicas como las nuestras no se conviertan en meras llenadoras de sacas”. La propuesta consiste en trasladar al campo una especie de búnker de recepción para realizar en él la selección de tubérculo y el llenado de jumbos.
En ese proceso para hacer las labores más racionales y eficientes “se pretende que la cosechadora esté el mayor tiempo posible arrancando patata, y no llenando sacas”. De este modo se multiplica por dos la eficiencia y la capacidad de trabajo, lo que contribuye a amortizar mucho antes la inversión realizada en la máquina.
Aguilera también anuncia novedades en cuestión de almacenaje o en siembra, como la plantadora Prios 440, con diferentes opciones de equipamiento. La labranza puede realizarse con cualquier equipo común, al mismo tiempo que se pueden aplicar fertilizantes y tratamientos, además de plantar las patatas.