Ricardo Ortega
El sector tiene por delante un “importante reto” en formación y divulgación sobre buenas prácticas agrícolas. “Ahora, más que nunca, es esencial acercarse al campo y comunicar los beneficios de la agricultura de conservación”, apunta Marta Pradas, vocal de la Junta Directiva de Ansemat.
Con todo, para ella es importante “no criminalizar” el uso de las máquinas de preparación de suelo, sino por el contrario “reconocer su papel en la regulación del terreno en distintas condiciones climáticas”.
De este modo, estas máquinas “pueden aportar múltiples beneficios tanto en periodos de sequía como en momentos de exceso de agua, como ha sucedido en los últimos meses”.
Por ello, es “fundamental” incluirlas dentro de las diferentes ediciones del Plan Renove u otros planes de ayudas, lo que permitiría asegurar que los agricultores “cuenten con herramientas eficientes para el manejo de sus tierras”, recalca. “Apostar por un suelo más sano y vivo es clave para garantizar una sostenibilidad social, económica y ambiental a largo plazo”, remacha.
Y es que la evolución no se detiene, sino que incluso se acelera, en compañías especializadas en el trabajo de suelo, como Ovlac. Jorge Calvo, su director, destaca la apuesta de la empresa por la innovación permanente “para mantenernos en línea con el mercado”.
Su trabajo se alinea con los objetivos de la UE en cuanto a reducción de fitosanitarios, “que incentivan el uso de labores mecánicas”. Al mismo tiempo, los objetivos en cuanto a la mejora de la salud de los suelos y la reducción de las emisiones de CO2 “implican en muchos casos el desarrollo de aperos aptos para labores mecánicas más superficiales”.
También se lidia con la disminución de la rentabilidad de las explotaciones agrícolas extensivas. En este sentido, “intentamos desarrollar máquinas versátiles que reduzcan el número de aperos necesarios y contribuyan a mejorar la eficiencia”.
Los objetivos de la UE
“Por suerte o por desgracia, las innovaciones en maquinaria agrícola no vienen determinadas solo por el interés del agricultor, sino también por objetivos políticos”, apunta Jorge Calvo. “Estamos atentos a esas decisiones, aunque nuestra prioridad es siempre escuchar al agricultor”, recalca. Por eso se atienden sus necesidades “y recibimos con muchísimo interés sus comentarios en ferias, visitas de nuestros delegados comerciales, demostraciones, etc”.
Esa actitud es lo que permite tomar la temperatura al mercado y atender a su evolución. Como en relación con la siembra directa, respecto a la cual, “a pesar del gran impulso que a nivel político se le ha dado desde hace ya muchos años, es un hecho que la superficie real bajo esta técnica crece muy lentamente”, apunta Calvo.
“Sí observamos, sin embargo, una clara tendencia al mínimo laboreo, no solo en España sino en toda Europa”, lo que responde a factores como el creciente tamaño de las explotaciones, el eficiente control de plagas y enfermedades, “así como la obtención de un equilibrio adecuado de gastos e ingresos, es decir, de rentabilidad”.
En este sentido, Ovlac hace ya 25 años comenzó la diversificación de su gama de producto, que era exclusivamente de arados de vertedera, para incluir progresivamente diversos tipos de cultivadores y gradas rápidas. “Actualmente Ovlac cuenta con una amplia oferta de aperos para mínimo laboreo que pensamos seguir ampliando en el futuro”, subraya.