Marta Alcaide
La situación de la campaña de la colza este año se ha desarrollado con altibajos. A pesar de ello, ha tenido rendimientos excepcionales y significativos y tiene buena proyección de futuro.

«Estimamos que este año ha habido un descenso con respecto al anterior en superficie. Ha sido una campaña atípica. Hemos pasado de no tener humedad, a no parar de llover», subraya Fernando Garrachón, Crops Manager de Lidea.
“En esta campaña se ha sembrado menos que otros años. Aún así, lo sembrado está correcto. No hay problemas ni de nascencia, ni de heladas, ni de sequías», señala César Álvarez, técnico de Oleokelsa.
El sector ha tenido que realizar parones en la siembra. «Estos parones, producidos por las precipitaciones, han generado que haya buena implantación por lo general», señala Garrachón.
«En este contexto de buen desarrollo inicial de las colzas, sumado a que estamos ante una buena previsión, podemos decir que, si en esta cosecha se hace una buena liquidación, dará una rentabilidad que puede hacer de la colza un cultivo más interesante«, señala Garrachón.
Superficie en Castilla y León y La Rioja
La superficie de siembra se ha reducido en todas las provincias de Castilla y León, «sobre todo en Ávila, Burgos y Segovia. En La Rioja también ha disminuido», destaca Julio Martín, delegado comercial de Lidea.
En la campaña anterior, la colza no salió muy bien y es un cultivo que tiene memoria. «Si no empieza con condiciones favorables, luego cuesta que salga», resalta Martín.
Situación actual del cultivo
«El desarrollo del cultivo es bueno. Vegetativamente, su desarrollo es bueno, ha nacido bien y se ha desarrollado bien», señala Julio Martín.
Dadas las fechas en las que estamos, ahora se debería empezar a tirar nitrógeno. «Si la lluvia nos lo hubiese permitido, deberíamos haber tirado nitrógeno. Alrededor de un 70% de los agricultores han tirado la aportación nitrogenada. En Valladolid y Salamanca ya lo han tirado, en las demás provincias, están en ello, si las lluvias se lo permiten», señalan desde Lidea.
El enfoque genérico de la campaña de la colza se resume en que la previsión de la superficie ha disminuido, ha sido una campaña complicada por las precipitaciones, pero eso ha permitido una buena nacencia de la colza y se prevé una buena perspectiva de futuro.
«Cabe resaltar otro factor: la buena relación comparada con el precio de los cereales, ya que puede ser un año en que la colza sea mas rentable que los anteriores«, señalan desde Lidea.
Disminución en las importaciones de aceite de palma
La importación de aceite de palma en la Unión Europea (UE) sigue disminuyendo, según los datos publicados por la Comisión Europea. La disminución se debe, en parte, a las regulaciones de la UE que exigen pruebas de cadenas de suministro libres de deforestación.

Según un estudio de Agrarmarkt Informations-Gesellschaft (mbH), en el período comprendido entre el 1 de julio de 2024 y el 10 de diciembre de 2024, la UE importó poco menos de 1,4 millones de toneladas de aceite de palma, lo que representa una disminución del 16% con respecto al mismo período de 2023. El mayor descenso se produjo en España, que redujo sus importaciones a más de la mitad, hasta 140.000 toneladas.
«Si entra menos aceite palma, esta demanda habrá que cubrirla con aceite de colza, lo que aumentará su precio. Al subir el aceite, podrá subir el grano, señala César Álvarez.
Por otro lado, cabe resaltar que «las empresas consumidoras de aceite, repostería, restauración, conservas etc, están muy involucradas en la huella de carbono. La colza sostenible tiene una huella mucho menor y su uso reducirá la huella de carbono de la empresa consumidora», señala Álvarez.
