Marta Alcaide
La manifestación del sector primario ha reunido a más de 1.400 personas a pie y entre 250 y 300 tractores que se han desplazado por diferentes zonas del centro de Valladolid durante la jornada del 10 de diciembre.
Tractores de todas las comarcas de Valladolid y diferentes zonas de Segovia han ido llegando al parking del Estadio José Zorrilla desde las 9:30 de la mañana, donde han circulado en las inmediaciones hasta la hora de salida, prevista a las 10:30.
La movilización ha comenzado en torno a las 11:15 hacia la Consejería de Agricultura, donde se ha leído el correspondiente manifiesto y desde donde ha comenzado la movilización conjunta. Agricultores y ganaderos de toda Castilla y León se han desplazado a Valladolid en autobús desde Burgos, Soria o Zamora.
«La afluencia ha sido mayor de la esperada. Tendríamos que haber sido 2000 tractores y muchas más personas, pero estamos muy contentos con la gente que ha venido», señala uno de los portavoces de AGRYGAL.
El desarrollo de la manifestación ha transcurrido sin incidencias por Avenida Salamanca, Puente de Poniente, Isabel la Católica y Cúpula del Milenio, haciendo una parada en la Delegación del Gobierno.
Tractores y representantes del sector han continuado a pie el recorrido por la Avenida Salamanca, con una parada en Las Cortes de Castilla y León, siguiendo por la Avenida del Real Valladolid y de vuelta al aparcamiento del Estadio José Zorrilla, para finalizar allí.
«Las normativas nos están ahogando y desde Europa nos están lapidando, tanto por el acuerdo Mercosur, una lápida más para el sector primario, como con el Pacto Verde Europeo. Sobran las palabras y lo que faltan son actos. Estamos muy cansados», declara Carlos Duque de UNASPI.
«Se prevén muchas manifestaciones este año, estamos muy cansados, pero muy unidos», ha sentenciado Duque.
Un panorama desolador
Uno de los puntos de conflicto que se reflejan en el manifiesto, tiene que ver tanto con el tratado Mercosur-UE como con el Pacto Verde Europeo, así como las leyes que derivan del mismo, que obligan al sector a: la reducción del 50% de los fitosanitarios, la reducción del uso de fertilizantes al menos en un 20%, la disminución en un 50% el uso de antimicrobianos como antibióticos para animales criados en granjas y agricultura, la instalación de mega plantas de energía renovable en terrenos agrícolas, etc.
También destacan el daño de la PAC y los regímenes eco, la ley del bienestar animal o la protección del lobo, así como la firma de Acuerdos Comerciales Internacionales que crean, a los agricultores europeos, una competencia desleal en beneficio de grandes corporaciones agroalimentarias y fondos de inversión.
«El problema es que competimos con otras partes del mundo de forma desleal, habiendo precios que no son razonables y que no podemos asumir», señalan desde UNASPI.
«Es imprescindible que ante este panorama desolador, por el que estamos amordazados, agricultores y ganaderos permanezcamos unidos para pedir la derogación de estas políticas. Si no se corrigen estas leyes, la seguridad alimentaria está en peligro. La alimentación es cosa de todos», señala UNASPI.
El Acuerdo entre la Comisión Europea y Mercosur supondrá el libre acceso de las frutas y hortalizas desde Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay al mercado comunitario y agravará el déficit de la balanza comercial ya desequilibrada, según ha indicado Fepex. En 2023, las exportaciones de la UE a Mercosur se situaron en 223,6 millones de euros mientras que las importaciones ascendieron a 959,6 millones de euros.
El próximo 16 de diciembre, agricultores y ganaderos volverán a salir a las calles y se manifestarán frente al ministerio de Agricultura, en Madrid.