Las denominaciones de origen de vino y las indicaciones geográficas del resto de productos agroalimentarios mantuvieron el 12 de noviembre, en la Representación de la Comisión Europea en España, un encuentro con el director general adjunto de la Dirección General de Agricultura (DG AGRI) de la Comisión Europea, Diego Canga Fano, mediante un evento organizado por las dos asociaciones representativas de las figuras de calidad españolas: la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) y Origen España.
Bajo el título “Impulsando las indicaciones geográficas: un plan de acción para las IIGG”, se llevó a cabo una jornada en la que las figuras de calidad españolas le plantearon a la DG AGRI sus propuestas y demandas para reforzar el presente y el futuro de las IIGG. El objetivo, que dichas peticiones sean tenidas en cuenta por la Comisión Europea en el Plan de Acción para las Indicaciones Geográficas, que la Comisión se ha comprometido a elaborar y poner en marcha en 2027 para seguir impulsando las figuras de calidad europeas.
Las propuestas planteadas por las denominaciones de origen españolas se agrupan en dos ejes: por una parte, las destinadas al fortalecimiento interno de los consejos reguladores (las agrupaciones de productores reconocidas para la gestión de una indicación geográfica −Denominación de Origen Protegida o Indicación Geográfica Protegida-) y por otra, las orientadas a mejorar el conocimiento que los consumidores tienen de las figuras de calidad y, con ello, el atractivo de los productos con calidad diferenciada, es decir, amparados por una DOP o por una IGP.
En el primero de los ejes, se solicitaron más fondos con los que reforzar la capacidad financiera de los consejos reguladores, para la realización de las funciones que les son delegadas por las administraciones públicas: certificación y control de producto, protección de marca (los nombres de las IIGG son derechos de propiedad intelectual colectivos, es decir, solo pueden emplearlos las empresas que cumplen con el pliego de condiciones de la indicación geográfica) y promoción de la misma.
También, que las administraciones públicas (el Estado miembro y la propia Comisión Europea) agilicen sus resoluciones sobre las solicitudes de modificación de esos pliegos de condiciones, con el fin de que las DOP y las IGP puedan adaptarse más rápidamente a los cambios del mercado.
Asimismo, en consonancia con lo que representan las figuras de calidad a nivel europeo y nacional, que son la bandera de la calidad de los productos vitivinícolas y agroalimentarios europeos y españoles, se solicitó priorizar a los productores adscritos a figuras de calidad en las ayudas públicas europeas, así como también fortalecer la interlocución de las asociaciones que representan a las indicaciones geográficas y las administraciones públicas y crear un marco jurídico claro que evite la competencia desleal que para las DOP e IGP suponen las marcas colectivas regionales.
En cuanto a las propuestas para mejorar el atractivo de los productos con indicación geográfica entre los consumidores, las peticiones de las figuras de calidad se focalizaron en que las Administraciones Públicas realicen campañas institucionales para ampliar en el gran público y en la distribución el conocimiento de las figuras de calidad y en que se simplifiquen los procedimientos de solicitud y justificación de las ayudas europeas para la promoción de estos productos.
Asimismo, en este segundo eje, se pidió que los sistemas educativos europeos den entrada en sus contenidos a conocimientos sobre alimentación y figuras de calidad y que las compras públicas de productos agroalimentarios reserven una parte de presupuesto a la adquisición de productos con indicación geográfica.
Por último, se demandó la creación de un Observatorio Europeo de las Indicaciones Geográficas, así como la recopilación por parte de las instituciones europeas y de los Estados miembros de información sectorial de valor relativa a los productos con indicación geográfica, no solo sobre producción y comercialización, sino también sobre variables socioeconómicas que dan muestra de la aportación de las figuras de calidad a sus territorios.
El presidente de CECRV, David Palacios, considera que “es necesario que la Comisión Europea y los Estados miembro sean plenamente conscientes de lo que son y de lo que aportan las DOP y las IGP a las zonas rurales europeas y, por supuesto, a muchísimos territorios de nuestro país” y, por ello, añadió, “desde las denominaciones de origen aplaudimos que la Comisión se haya comprometido a llevar a cabo iniciativas y a poner en marcha nuevas herramientas que permitan que las figuras de calidad refuercen su cohesión interna y permitan que los consumidores las reconozcan y valoren adecuadamente”.







