Ricardo Ortega
El inicio de septiembre ha estado marcado por el enfrentamiento entre la DO Rueda y la DO Bierzo -respaldada por varios consejos reguladores gallegos- a cuenta de la variedad godello, en una polémica de tintes comerciales pero también con un fuerte componente territorial y de identidad.
El 23 de agosto la Consejería de Agricultura de Castilla y León daba el visto bueno -aún provisional- a la modificación del pliego de condiciones de la Denominación de Origen Rueda, con diferentes novedades pero con dos de especial relevancia: los vinos amparados deben contar como mínimo con un 75% de una variedad considerada principal y, al mismo tiempo, se amplía el mapa de uvas autorizadas.
Entran como variedades secundarias la garnacha blanca, gewürztraminer, moscatel de Alejandría, moscatel de grano menudo, riesling y godello. En las tintas, se incorporan la cenicienta (como variedad principal) y la bruñal, como secundaria.
Señas de identidad
La polémica ha surgido en relación con la godello, cuya inclusión en el reglamento de Rueda ha despertado la oposición de las comarcas que tienen esta casta entre sus señas de identidad, como Bierzo, Valdeorras, Ribeira Sacra o Monterrei. Como ejemplo, la godello es la segunda variedad más producida en la DO Bierzo. Si el año pasado se obtuvieron 8,25 millones de kilos de mencía, los viticultores de la comarca cosecharon 2,5 millones de kilos de godello.
La respuesta de estas comarcas vitícolas cuenta con el respaldo del Consejo Comarcal del Bierzo, de la Diputación de León y de Asaja León, organización que denuncia la ampliación de la godello “a Valladolid”, con lo que olvida que el territorio amparado se extiende a numerosos municipios de Ávila y Segovia.
También lamenta que la Junta de Castilla y León “no haya escuchado a las partes antes de adoptar su decisión”. Sin embargo, desde la consejería se recuerda que la tramitación de la solicitud para modificar un reglamento de uso atiende exclusivamente a cuestiones legales. Además, advierte de que no hacerlo podría ser constitutivo de prevaricación y recuerda que la godello también está presente en otras denominaciones de la comunidad, como la DO Tierra del Vino de Zamora y la DO León.
Defender el origen
Con cierta contundencia, el presidente de la DO Bierzo, Adelino Pérez, subraya que una figura de calidad de una DO “busca sobre todo defender un origen, algo que no se ve en el caso de la godello en Rueda”.
Pérez recuerda que en las comarcas en las que tradicionalmente se ha dado la godello se trabaja “de forma casi artesanal” y que “se han hecho las cosas bien”. Gracias a ese trabajo la variedad ha ganado prestigio “y ahora otros se quieren subir al carro”, advierte respecto a Rueda.
Esta comarca se percibe como una amenaza comercial para las pequeñas zonas vitícolas del noroeste, que trabajan en minifundios y con una orografía que condiciona fuertemente las labores, frente a las 20.731 hectáreas de la DO Rueda, en terreno llano y con una viticultura muy mecanizada.
El momento actual es de cierta espera. La DO berciana ha solicitado el expediente que obra en poder de la Junta y presentará diferentes alegaciones, sin descartar el acudir a la jurisdicción contencioso-administrativa.
La godello ya se plantó en 1996
Por parte del Consejo Regulador de la DO Rueda, se recuerda que las variedades introducidas en el reglamento “ya están presentes en la zona desde hace muchos años, con grandes resultados y aceptación”, aunque las bodegas saquen esos vinos sin la etiqueta de la DO. En el caso de la godello, lleva plantada “desde 1996”.
Dicho esto, subraya que la DO Rueda “no pretende usurpar” la identidad de las figuras de calidad que tienen a la godello como variedad autóctona y que la decisión de incluir esta uva (y otras cinco blancas más) como secundaria responde a motivos “cualitativos”, que tienen en cuenta la personalidad de los diferentes elaboradores.
Para el consejo, las variedades “no son exclusivas de una DO determinada”. Tan es así que, de las DOP que conforman la Confederación Española de Consejos Reguladores del Vino (CECRV), al menos 20 incluyen la variedad verdejo, una uva que desde Rueda califican como “autóctona” de la comarca.
Asaja, dividida
Estos días se ha vivido el contraste entre la organización leonesa de Asaja, con un discurso beligerante, y sus compañeros de Ávila, Segovia y Valladolid. Estos han recordado que generar tensiones territoriales “a cuenta de temores infundados de índole comercial” no benefician al conjunto de los ciudadanos.
“No se pueden poner puertas al campo, y argumentar que las variedades de uva son propiedad de tal o cual zona vitícola es retroceder”, remachan.
