Serhii Pohoreltsev
Embajador de Ucrania en España
La agresión, no provocada e injustificable, a gran escala que emprendió el Kremlin contra Ucrania en febrero de 2022 tiene toda una serie de ramificaciones que se notan más allá del continente europeo.
Mientras Europa es la primera en ver su seguridad amenazada militar, política y económicamente tras este atropello brutal del derecho internacional, la invasión rusa agudizó aún más la lacra de la inseguridad alimentaria crónica que sufren vastas regiones de África y Asia dependientes del flujo de cereales desde Ucrania.
A día de hoy la guerra de Rusia contra Ucrania es la causa principal de la crisis alimentaria global y para entender su magnitud hay que ver en retrospectiva el papel que ha jugado nuestro país en esta materia.
Antes de 2022, los volúmenes del sector agropecuario de Ucrania ascendían a cifras suficientes para alimentar a 400 millones de personas.
En el mercado mundial de girasol la cuota de Ucrania representaba el 47%, en el de cebada llegaba hasta el 17% y hasta el 14% y el 10% de maíz y de trigo respectivamente. Los productos agrícolas de origen ucraniano superaban el 50% de las importaciones alimentarias en países como Líbano, India, Irak y China.
La agresión y el bloqueo de Rusia afectaron a la logística del comercio marítimo, interrumpiendo el funcionamiento de puertos marítimos cruciales para el comercio mundial de cereales.
En consecuencia, el índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó su máximo histórico en marzo de 2022, al haber crecido un 34% en comparación con el año anterior.
Enseguida, los efectos de estas acciones rusas se notaron en los países más necesitados de África y Asia, aumentando las tensiones económicas y sociales ya existentes.
Según los datos del director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, hechos públicos durante la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebrada el 15 de septiembre de 2022, 345 millones de personas en todo el mundo padecían la inseguridad alimentaria. De ellas, 70 millones pasaban hambre debido a la guerra rusa contra Ucrania y a los ataques rusos a las cadenas de suministro de alimentos.
Los bombardeos rusos de la infraestructura portuaria de Ucrania y, en primer lugar, los silos de cereales son premeditados. Con estas acciones el Kremlin busca, por una parte, asfixiar económicamente a Ucrania, privándola de los ingresos de todas las exportaciones, y simultáneamente provocar una hambruna a escala mundial.
La falta crítica de alimentos se ve desde Moscú como una herramienta para desestabilizar el Sur Global y desencadenar el éxodo de los refugiados de Asia y África. A su vez la migración irregular en masa aumentaría la presión económica e inseguridad ciudadana en los países occidentales, que se verían obligados a concentrarse en este problema y reducir el apoyo a Ucrania.
Consciente del rol que jugaba Ucrania en materia de la seguridad alimentaria y de los estragos que causaba la guerra rusa en los países del Sur Global, el presidente Volodymyr Zelenskyy presentó en noviembre de 2022 la iniciativa ‘Granos desde Ucrania’, un programa humanitario diseñado para garantizar el transporte de productos agrícolas desde Ucrania y prevenir el hambre en los países más vulnerables de África y Asia que se enfrentan a desnutrición y hambre aguda, paliando así los efectos de las acciones irresponsables del Kremlin.
El pueblo ucraniano sabe de primera mano que es una gran hambruna artificialmente inducida. En los años 1932 y 1933 el Holodomor cobró al menos 4,5 millones de vidas en la parte de Ucrania ocupada por el régimen comunista.
No debemos asombrarnos de que los artífices de la actual crisis alimentaria global, dignos herederos de aquel régimen misantrópico, también se encuentren en el Kremlin.
A pesar de los desafíos y difícil situación que afronta Ucrania, nuestro país cumple sus promesas como garante mundial de alimentos incluso en estas condiciones.
El pasado 23 de noviembre en la capital Kyiv se celebró la tercera edición de la Cumbre Internacional sobre Seguridad Alimentaria que contó con la participación de líderes de países y organismos internacionales.
La cumbre sirvió como plataforma para conseguir una mayor coordinación de acciones colectivas, aumentar la aportación financiera de la comunidad internacional y expandir la geografía de los participantes involucrados en la implementación de la iniciativa ‘Granos desde Ucrania’, así como introducir un componente educativo para garantizar el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria a largo plazo, incluida la ampliación de la experiencia de reforma de la nutrición escolar de Ucrania.
Un aspecto crucial de la seguridad alimentaria, en que se centró la cumbre, para la nutrición infantil, ya que afecta directamente al desarrollo físico y cognitivo de los niños, lo que determina la salud futura de una nación.
Garantizar el acceso a alimentos equilibrados y nutritivos para los niños no solo reduce la mortalidad y las enfermedades infantiles, sino que también fomenta una sociedad resiliente capaz de progresar económica y socialmente.
La experiencia de Ucrania en la reforma del sistema de nutrición escolar, iniciada en 2020 por la ‘primera dama’ de Ucrania, Olena Zelenska, es un valioso ejemplo de un enfoque integral para proporcionar una nutrición saludable, especialmente durante la guerra en curso. Esta reforma abarca todos los aspectos, desde las normas orientadas al consumidor y los procesos tecnológicos hasta la adquisición y el fomento de hábitos alimentarios saludables.
En este aspecto Ucrania está dispuesta a compartir no sólo su experiencia en la aplicación de la reforma, sino también sus herramientas prácticas para proporcionar nutrición a los niños en condiciones de guerra severas, lo que puede ayudar a otros países a abordar cuestiones de seguridad alimentaria.
Como garante de la seguridad alimentaria, Ucrania considera ampliar la iniciativa ‘Granos desde Ucrania’ entregando comidas preparadas a los niños de países que enfrentan la falta de alimentos, al tiempo que integra la experiencia obtenida en la reforma de la nutrición escolar a nivel internacional.
A pesar de la agresión rusa, Ucrania se siente responsable de la seguridad alimentaria mundial y no sólo es receptora sino también contribuyente del programa ‘Granos desde Ucrania’, al donar 75 mil toneladas de trigo a Nigeria, Somalia y Etiopía.
Hasta la fecha, más de 30 países y organismos internacionales se han sumado al programa, entre ellos España, que durante esta Cumbre anunció la donación de 1,5 millones de euros para conseguir los objetivos de la iniciativa.
Hay que destacar que al apoyar la campaña ‘Granos desde Ucrania’ nuestros socios también apoyan a los agricultores ucranianos afectados por los bombardeos y las minas terrestres rusas.
Gracias a estas aportaciones, en lo que va de año en el marco del programa Ucrania ha enviado 286.000 toneladas de productos agrícolas (trigo, harina, guisantes, maíz, aceite vegetal) a 12 destinos con la situación alimentaria más complicada: República Democrática del Congo, Yibuti, Etiopía, Kenia, Malawi, Mauritania, Mozambique, Nigeria, Palestina, Somalia, Sudán, Yemen.
Ucrania espera que el número de participantes de esta iniciativa humanitaria crezca aún más y seamos capaces de contribuir colectivamente a la seguridad alimentaria.