El blog especializado patatadesiembra.es anunciaba hace un mes las malas estadísticas hechas públicas por el NEPG (asociación que agrupa a los productores de patata de siembra de Alemania, Francia, Bélgica y los Países Bajos) respecto la producción de semilla de patata para la campaña 2024.
Todavía no se ha confirmado si finalmente la reducción de disponibilidad de semilla es del 20% o tal vez algo mayor. “Pensamos que será mayor”, apuntan desde la publicación. Lo que sí que está confirmado es que no es posible atender la demanda de los productores: “No hay semilla para todos”.
Situación en las zonas tempranas
Hasta ahora, la escasez de semilla ha complicado la comercialización pero, a grandes rasgos, las casas de semilla han abastecido los pedidos que han ido recibiendo.
“Podemos decir que las exigencias de los clientes en cuanto a variedades, calibres y calidades se han tenido que adaptar a la realidad del mercado. Es decir, calibres más grandes de lo normal y calidades por debajo de lo que es habitual. Además, con unos precios muy elevados”, apuntan las mismas fuentes.
Muchos agricultores no han conseguido las variedades de patata con las que trabajan habitualmente y han tenido que optar por otras para no dejar sus campos vacíos.
La parte positiva es que este año habrá un mapa más heterogéneo en cuanto a variedades. “La diversificación de variedades es una muy buena noticia ya que la tendencia de los últimos años era focalizarse en unas pocas. Sin duda este año es el año de darle la oportunidad a variedades no tan populares frente a variedades habituales como es el caso de Agria. ¿Se encontrará este año un ‘sucesor’ a la todopoderosa Agria?”, se preguntan desde la publicación.
Capear la situación
Baleares, Almería, Andalucía, Murcia, Albacete y Comunidad Valenciana han capeado con relativo éxito la situación, pero el resto de comunidades, donde todavía no han empezado las siembras, están en peor situación. La mayor preocupación se sitúa en Castilla y León, que es la comunidad de España donde más patata se siembra.
Para los responsables de patatadesiembra.es en las zonas tardías como Galicia, País Vasco o Castilla y León es donde más se van a notar los recortes de semilla: “Aquellos que no hayan hecho sus pedidos con tiempo van a tener muchas dificultades para encontrar semilla disponible”.
Una campaña muy complicada
Sin duda esta será una campaña de siembra en España muy complicada. La escasez de semilla de importación y sus elevados precios preocupa mucho a los productores de patata, quienes tendrán que soportar una nueva subida en sus costes de cultivo de aproximadamente un 15%.
Según publicaciones de la NEPG (asociación que agrupa a los productores de patata de siembra de Alemania, Francia, Bélgica y los Países Bajos), se estima una recolección total de 23,6 millones de toneladas de semilla, de las cuales se han podido recolectar hasta final de noviembre 22,9.
“Las 1,4 millones de toneladas que todavía se encuentran en los campos es complicado que puedan recolectarse: gran parte de la superficie que sigue sin recolectar se da por perdida y mucha de la ya recolectada se ha tenido que descartar o desclasificar”, publicaban en septiembre.
Esto traduce en un descenso de un 20% de disponibilidad de semilla de patata de importación.
¿Por qué ha sido tan complicada la campaña europea?
La NEPG ya anunció en marzo de 2023 una fuerte preocupación sobre el futuro desarrollo de la actual campaña.
Por una parte, el aumento de la superficie dedicada al cultivo de patata de consumo y procesado, se tradujo en que la superficie cultivada con patatas de siembra disminuyó en unas 2.500 hectáreas tanto en los Países Bajos como en Francia.
Por otra, las fuertes y continuas lluvias de primavera en Europa occidental retrasaron las labores de plantación más de lo habitual. Además de retrasar las fechas de plantación hasta principios de junio, las lluvias impidieron la correcta preparación previa de los suelos.
Menor tuberización
Tras las lluvias en el momento de la siembra, se inició un periodo seco y cálido que condicionó mucho el desarrollo de los cultivos, produciendo una floración y tuberización menor de lo normal. Por si fuera poco, desde finales de verano el protagonismo lo recuperaron las fuertes lluvias, que no han cesado hasta finales de noviembre.
A mediados de noviembre se registraron hasta 250mm de lluvia en diferentes zonas, lo que provocó inundaciones generalizadas. El norte de Francia, el oeste de Bélgica y las regiones costeras de los Países Bajos fueron los más afectados. Estas lluvias al final de ciclo de los cultivos han sido responsables de un gran retraso en las recolecciones y de muchos problemas de calidad.
En definitiva, las condiciones meteorológicas que afectan a Europa desde hace varios meses como consecuencia del cambio climático (olas de calor, sequías, episodios tormentosos e inundaciones) se han traducido en bajos rendimientos, baja calidad y precios elevados para la patata de siembra.
